TREVISO. El Unics Kazan se proclamó ayer campeón de la Eurocopa al desplegar un gran juego en la final que disputó en el Palaverde de Treviso ante el Cajasol, que quería hacer historia y que nunca perdió la ilusión pero que se tuvo que rendir ante la superioridad del equipo ruso.
El Unics Kazan inscribió así por primera vez su nombre en el palmarés de ganadores de este torneo y confirmó que era el favorito, por lo que el Cajasol tuvo que conformarse con un subcampeonato, el primero europeo y cuarto en total (dos en Liga ACB y uno en la Copa del Rey), por lo que se le sigue resistiendo un título.
El partido estuvo marcado por el gran inicio del Unics Kazan, que estuvo pleno de aciertos, lo que se tradujo en un 14-4 (minuto 4) después de un parcial de 12-0. Ese inicio condicionó el resto del choque y los sevillanos siempre fueron a contracorriente. El Cajasol reaccionó en el tercer cuarto, pero la remontada definitiva no llegó y el titulo acabó en manos de los rusos.