Bilbao. La pelota ahora está en el tejado de Mikel Beroiz (Huarte, 04-VI-1989). El zaguero, que llegó en el Parejas de 2010 a las semifinales con Juan Martínez de Irujo, será el sustituto de Abel Barriola para la final. Así, el navarro, que ha jugado solamente dos duelos en el presente campeonato de binomios: con Titín III, sustituto de Iñigo Pascual, puede proclamarse campeón del Parejas con solamente tres partidos a sus espaldas.

Pese a que en otras ocasiones la Liga de Empresas, encarnada en la figura del juez único Borja Osés y las dos promotoras, decidió que las finales, siempre por el bien del espectáculo, se aplazaran; en esta ocasión, la cacicada, amparada por el "tal y como está recogido en el Reglamento", deja a Mikel Beroiz en el punto de mira. Si bien Abel Barriola es el más afectado por los hechos -ayer daba la impresión de no creer en el aplazamiento y de estar abatido, pero entero-, el de Huarte tiene la papeleta de afrontar "el partido de su vida", como lo describe Mikel, con solamente un entrenamiento a sus espaldas en el frontón Bizkaia y todas las miradas hacia él. "Me ha comunicado la empresa que tengo que jugar la final del Parejas y me ha pillado desprevenido, todavía estoy en estado de shock. Es una faena jugarlo en sustitución de un compañero y más de un zaguero como Abel, que ha realizado un grandísimo campeonato. Es una pena", manifestó ayer el manista de Huarte, quien compartió sesión de cancha con Jon Jaunarena, Yves Xala y Jokin Etxaniz, el técnico de Aspe, que estuvo atento de todos las evoluciones del de Huarte.

La decisión de que el zaguero navarro ocupara el sitio de Abel, sin dar lugar a que se pospusiera la final, parecía barruntarse ya desde Aspe, dado que la promotora eibarresa citó a Beroiz para que se entrenara en la megalítica construcción bilbaina. A esto, Barriola afirmó que "no es mi guerra", aunque todo apuntaba a que no contemplaran esperar la evolución durante otra semana del leitzarra. Así, la LEP. M ha sacrificado el espectáculo y el esfuerzo del leitzarra durante quince semanas para edulcorar uno de los acontecimientos más importantes de la pelota a mano.

Mikel, de este modo, se hace acreedor de un regalo envenenado que llena de presión su comparecencia en el frontón Bizkaia el próximo domingo. "Jugar la final es un reto para mí, es el partido más importante de mi vida. Espero salir tranquilo y hacer un gran partido", añadió el de Huarte. Cosa harto complicada en un envite de categoría megalítica, en el que Aimar Olaizola y Aritz Begino se afanarán en destrozar su defensa. No obstante, esta presión puede hacer mella en un zaguero de garantías.

La alargada sombra de Barriola, en todos los casos, se cernirá sobre el joven zaguero, quien tiene la difícil misión de cubrir las espaldas de Yves Xala y hacer de un Abel en estado de gracia durante todo el Parejas. Mikel, al contrario que el leitzarra, posee un golpeo alegre y sin resquicios; sin embargo, Beroiz adolece, en comparación con Barriola, de ese saber estar en la cancha que destila su homólogo.

"El frontón de Bilbao me ha impresionado, ver tantas sillas y con un techo tan alto… Es un frontón bonito y en el entrenamiento de hoy me he quedado con buenas sensaciones", sostuvo Mikel Beroiz, el invitado de excepción para la primera final de Bilbao. Y es que, pese a que es por la lesión de un compañero, el de Huarte vivirá el domingo el sueño americano, el del actor secundario que llega al star system de casualidad y lo refrenda con un Oscar, y ese Oscar será la txapela, siempre ansiada y que, durante la temporada pasada, se quedó a puertas de pelear. También este año sonó su nombre en las quinielas pelotazales para entrar como zaguero titular ante la fatídica baja de Aitor Zubieta en el Masters, pero la irrupción del ciclón David Merino le mantuvo en un segundo plano, en el que ha seguido trabajando para conseguir su oportunidad.

Mal recuerdo de Aimar-Begino Beroiz, quien ya jugó en la fase preliminar ante Olaizola-Begino, no tiene buen recuerdo de los adversarios, ya que el de Huarte fue doblegado por el goizuetarra y el de Autza (22-11) en Iruñea, en el que fue la derrota que tumbó a los de Aspe e impulsó a los de Asegarce hacia las semifinales. "Respecto a los rivales, es una pareja que desde el principio eran candidatos a la txapela. Hacen una gran pareja", desgranó el de Huarte. De este modo, Mikel volverá a verse las caras con el bombardero Begino en Bilbao y tratará de lidiar con el regalo envenenado que le ha dejado la empresa. La sombra de Barriola es muy alargada y la responsabilidad es una losa que pesa demasiado.