Bilbao. Comparece desde el pasillo de vestuarios Abel Barriola. "En la sala de prensa hay obras". Y el leitzarra pronuncia dolorido las palabras más injustas que podía pronunciar. "He venido a entrenar y no he tenido buenas sensaciones", remarca esa última palabra. Las "sensaciones". Se le caen los ojos y confirma que " he calentado y luego hemos estado jugando un partido, pero tampoco he querido ir a más porque veía que no estaba bien". Se desplazan las palabras en un ambiente gélido, rematado por un silencio sepulcral, como el de una capilla. Abel, orador, despliega su discurso: "No me he encontrado bien, apenas puedo arrancar en el frontón. Y al final he hablado con la empresa y pedido que si pueden hacer un esfuerzo y aplazar una semana más la final. No me han dicho nada de momento y si aplazan bien y si no, otro año será. Seguro que mi sustituto Mikel hará una gran actuación". Se ponía en el peor de los casos. "En una hora habrá resolución". Horas después, bajo el halo de misticismo que rodea a la Liga de Empresas. La segunda parte del culebrón. La decisión. Única. Innegociable. Unilateral, no en vano, la LEP. M tiene el poder de hacer y deshacer a su antojo. Pues bien, dicha resolución es la que deja al pelotari, que ha peleado por entrar en la final, a merced de la sentencia de las promotoras y el juez único, Borja Osés. En definitiva, que no se pospone la final, "tal y como está recogido en el reglamento". Ahí se acaban las ilusiones de Barriola, quien afrontaría, en caso de jugar el partido de Bilbao, su primera final del Parejas.

"Se han dado muchos casos en los que el reglamento no contemplaba el aplazamiento y se ha aplazado. Es la última esperanza que tengo y espero que tomen esa decisión. Ahora la pelota no está en mi tejado. Lo he intentado todo para recuperarme, pero no estoy bien y no voy a salir a hacer el paripé. Si salgo es a ganar y sino no salgo. Es lo que hay y con la decisión, sea buena o mala para mí, la aceptaré", manifestó el navarro. De este modo, la final, la gran final barruntada para la inauguración del megalítico frontón Bizkaia de Bilbao, queda claramente descafeinada. No obstante, el zaguero, que será sustituido por un Mikel Beroiz de circunstancias, se agarraba ayer al hecho de que el ente manista ya había contemplado los aplazamientos. En 2003, cuando Rubén Beloki, quien resguardaba las espaldas de Juantxo Koka, que a su vez sustituía a Pablo Berasaluze, sufrió una gastroenteritis en la víspera de la final del Parejas y la resolución fue favorable al pelotari, de manera que el de Burlata se hizo con la txapela una semana más tarde.

"La respuesta es que no contemplan el aplazamiento. Eso es lo que me han dicho hasta ahora", desbrozaba Abel en el Bizkaia. "De momento no me gusta estar en esta situación, pero es la que hay y, sea cual sea la resolución, he hecho lo correcto y estoy tranquilo", decretó Barriola, consciente de que era complicado que la resolución le diera el tiempo que pedía. "Ellos también mirarán por sus intereses, ellos mirarán para hacer lo mejor posible sus asuntos y lo que he intentado ha sido recuperarme cuanto antes, no ha sido posible y yo voy a salir a jugar a pelota. Si no puedo jugar a pelota me quedo en casa", mantuvo el zaguero de Aspe. Asimismo, el leitzarra añadió que "al final el que decide soy yo y el que tiene las sensaciones soy yo. Si tuviera una semana más habría más probabilidades de estar en la final, pero no puedo asegurar que pueda estar a tope".

Aspe lo corrobora Además, la promotora manista a la que se debe Abel Barriola manifestó que "comprende la decisión de la solicitud de aplazamiento", pero que "la drástica resolución se ha tomado por tres motivos". "El aplazamiento de una semana no garantiza la recuperación de Abel Barriola para el día 24 de abril", para empezar; "la decisión de aplazamiento supondría un grave perjuicio a los clientes que han adquirido su entrada, ya que el 24 de abril coincide con el periodo vacacional de Semana Santa", para continuar, y "la concesión de aplazamiento trastocaría el calendario del Campeonato Manomanista, que se presentará el día 19 de abril", para terminar.

Cabe destacar que el propio Abel declaró que "ojalá que pudiera decir que la semana que viene estoy fijo, pero no lo sé. Espero que sí y sí que tendría muchas más posibilidades de estar dentro de una semana que esta". Sin embargo, la decisión tomada por la asociación de promotoras manistas deja a Barriola fuera de la final y a esta muy tocada. Para empezar, las apuestas se verán dañadas y el dinero no se moverá con la alegría como si estuviera el zaguero de Leitza, Xala tiene una tesitura muy complicada con un Beroiz de garantías, pero que no llega al nivel de Abel, y el propio Mikel, que entra con más pena que gloria. Y, sobre todo, el público quedará desconcertado; además, ya lo dijo Aimar Olaizola en su entrenamiento matutino, "si Abel no juega, por mí que pospongan la final". "Creo que es algo que habla muy bien de Aimar", respondió el leitzarra, al que se le vio visiblemente afectado. De todas maneras, la cacicada ya está echa y Abel pagará los platos rotos de un partido, el Olaizola II-Begino contra Xala-Barriola, de semifinales, que no debía haber jugado, de una LEP. M que no ha hecho caso del sentido común y crea un precedente peligroso.