vitoria. Amenaza el curso con dormitar bajo el soliloquio de Vettel disfrazado de flautista de Hamelín que divisa por el retrovisor una comparsa donde solo McLaren trata de enseñar el morro. Sin lluvia malaya por medio ni la competencia siquiera del Red Bull de Webber, amargado en la salida, el vigente campeón se marcó un nuevo paseo triunfal que condenó la emoción al pulso por el podio. Pugna donde Button acabó sonriendo, como Heidfeld, mientras Alonso y Hamilton rumiaban sus heridas. El exceso de ansiedad, una muesca impropia del veterano, privó al asturiano de subirse al cajón al romper su alerón delantero -ya no le funcionaba el trasero- tras impactar con el inglés, entonces tercero, cuando iba a adelantarle en la recta de la vuelta 45. Para colmo de males ambos fueron sancionados con 20 segundos: Fernando, por provocar un accidente cuando suspiraba por superarle, y Lewis -cuyo castigo le restó un puesto- por hacer más de un cambio de dirección ante el acoso del ovetense.
El encendido del semáforo modificó las estrategias debido al fulminante arranque de los sorprendentes Renault, con Massa aventajando además a un Alonso tapado por Petrov. Peor suerte corrió Webber, relegado al puesto noveno al sufrir un problema con el KERS. Un error del ruso liberó a Fernando de su bestia negra y su carrera se tornó desafiante, mirando al cielo y atacando. Con los neumáticos blandos adelantó a Button y Kobayashi, por detrás de un Vettel y Hamilton intocables. Lo vital del alerón trasero regulable se puso luego de manifiesto: en la recta podía verse de forma palpable la ganancia de velocidad punta de quien llevaba abierto el alerón en relación al coche que le antecedía.
vibrante y ruinosa pugna Con Vettel de excursión y el resto de la carrera envuelto en un tobogán, la incertidumbre se apoderó de la misma a trece vueltas de su conclusión. Alonso ganó una posición y se situó cuarto cuando Webber se vio obligado a volver al taller para cambiar por cuarta vez de neumáticos. La distancia respecto a Lewis: 1,2 segundos. "Tu alerón no funciona", le avisaron vía radio. Lejos de aguardar un momento mejor ya que después tendría más degradada su rueda, Alonso no midió su empeño y lanzó una dentellada sobre la rueda derecha trasera de Hamilton, perdiendo parte de su alerón delantero y obligado a cambiar el morro. Retornó séptimo, a 15 segundos de Webber, y pensando ya en el próximo Gran Premio de China. "Intentaba adelantar y Hamilton hacía movimientos un poco agresivos a 300 kilómetros por hora. Nos tocamos y tuve la desgracia de perder la segunda posición, que era la que merecía porque era más rápido que Button", lamentó el de Ferrari con el aval de sentir que, al menos, en carrera su F150 funciona bastante mejor que en calificación. El británico tuvo que variar neumáticos y terminó detrás suyo, si bien al término de la prueba pasó de puntillas por el incidente y aprovechó para mandar un mensaje a su equipo: "La clave estuvo en que la estrategia fue equivocada". El éxito de Button le supo a cuerno quemado.
Muchos se preguntan dónde andan apostados dos coches plateados con detalles verdosos en los alerones y los laterales, porque hasta la fecha nada se sabe de los juguetes de Ross Brawn. Esos que deslumbraron en pretemporada sobre el trazado de Montmeló. Los registros hablan por sí solos. Dos abandonos y dos puntos, los de Schumacher en Sepang.
Mientras, Vettel sigue sin noticias de sus rivales. Con KERS o sin él su Red Bull cada vez parece más un minotauro o, mejor todavía, un alado pegaso. Nadie que haya ganado las dos primeras pruebas ha perdido por el camino el Mundial. Los pronósticos invitan a pensar que puede liderarlo todo hasta Barcelona con un centenar de puntos pese a que jamás nadie ha alcanzado un número de tres cifras en la cuarta prueba. Puede que ayer pasase lances complejos cuando en el primer stint empezó a degradar mucho. En China es pronto para que puedan inquietarle, pero a partir de Turquía, si tanto Alonso como Hamilton no empiezan a recortarle, ya pueden ir ambos bajando la carpa del circo para comenzar a construir un vehículo que en 2012 deje de ser mero convidado de piedra.
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) dominó la segunda prueba de la temporada de principio a fin. Foto: efe
Penalizaron con 20 segundos a Hamilton y a Alonso por el duelo en el que el de Ferrari rompió su alerón delantero