Heidfeld ratifica el salto de Renault
ES el piloto que más tiempo lleva esperando un triunfo, pero el tercer puesto de Malasia devuelve la ilusión al alemán Nick Heidfeld (Mönchengladbach, 10-V-1987), que además revierte las críticas de quienes dudaban de él como relevo en Lotus-Renault del titular Robert Kubica. Tras llegar a meta envió un beso y saludó a través de la televisión a su compañera Patricia, así como a sus tres hijos. El alemán, que no pisaba un podio -lleva trece en 174 Grandes Premios- desde Malasia 2009, cumplía de inmediato su promesa y recibía una multitud de felicitaciones. El mayor cumplido provino del triple campeón mundial Niki Lauda, y del propio Vettel: "Me alegro por Nick. Se lo ha merecido después de las muchas críticas que aguantó". Quick Nick, como le apodan, tiró de humildad. "Tuve suerte de que Alonso tuviera un problema. En las últimas vueltas Webber se acercaba, pero tuvimos el ritmo suficiente como para seguir delante. Es otro gran resultado para Renault y está claro que el equipo ha dado un paso adelante este año".
"Nunca estás satisfecho a menos que destruyas a tu compañero de equipo, básicamente". Puede ser tímido e introvertido, y con una imagen aniñada a pesar de su barba, pero quien así se retrataba era Heidfeld tras batir a Kubica en 2009. "Cuando la gente señala que nunca he ganado, solo puedo explicar otra vez que en todos los equipos en los que he estado únicamente hubo una ocasión en la que el coche ganó". Tras los karts, ya en monoplazas, se llevó todos los títulos que se le pusieron a tiro: Fórmula Ford, Fórmula 3 -cuando Mercedes comenzó a patrocinar su carrera--, Fórmula 3000... Pero se erigió en el supersub por excelencia, en el argot, el primero en la lista de suplentes. 2002 fue el año crucial de su carrera. Ni ganar a Raikkonen en Sauber el año anterior ni su condición de probador en McLaren le sirvieron para dar el salto al equipo de Dennis. Influido por el lobbying de Hakkinen y, sobre todo, poco impresionado por su bajo perfil mediático, fichó a Kimi y dejó colgado al alemán. A partir de aquí, su trayectoria se convirtió en una ruleta rusa que ha estado a punto de terminar en varias ocasiones con su carrera en la Fórmula 1. De gran base técnica, más rápido en carrera que en entrenamientos, hábil para adelantar, con un estilo pulido al que le favorecen los Pirelli? Heidfeld lleva un témpano de hielo por cerebro y sabe transmutar su introversión en una férrea determinación.
Heidfeld enseñó en Malasia aquello de lo que es capaz. Foto: agencias