ganó Klöden la Vuelta y eso era algo que estaba cantado porque se decidía todo en la crono y el alemán es uno de los mejores de la especialidad. Creo que en su carrera deportiva ha ganado 23 carreras, 24 con la de ayer, y salvo las generales y la etapa de la pasada París-Niza que le birló a Samuel, todas han sido contrarreloj. Pudo ser suya la crono de Zalla, pero se lo impidió el viento que se fue levantando según avanzaba la tarde. Tony Martin, de todas maneras, fue un brillane triunfador.
Horner, segundo en la general, estuvo en su sitio, y el que realmente se salió fue Gesink, al que nadie esperaba en el podio y después de una crono soberbia se subió al tercer cajón y estuvo a punto de superar al americano.
Acabada la carrera, creo que el que tiene que hacer una profunda reflexión es Samuel. Ganó la etapa de Arrate y eso es algo muy grande, pero estoy convencido de que tenía piernas para hacer más daño durante la semana, sobre todo en la primera jornada. Acabó sexto en la general, a mi entender poco para él, porque lo dejó todo para la crono final, una especialidad en la que parece que ha perdido la chispa de otros años.
Intxausti fue cuarto, un puesto por debajo del pasado año, pero en lugar de ser un paso atrás, lo considero algo muy positivo. Beñat ha luchado por la Vuelta, se ha dejado ver y ha demostrado su talento. Es el ciclista vasco del futuro. El que, junto a Antón, puede volver a crear afición. Ojalá le veamos en el Tour.
No me despido sin echar flores a otro vizcaino. David López, el escalador del Movistar, estuvo tremendo ayer en la crono y acabó séptimo en la general.