MADRID. La expedición Endesa, acompañada por RTVE partirá hacia el Everest dispuesta a llevar a todos los espectadores las imágenes del día a día del nuevo reto de Pasaban, que podría aumentar su leyenda como montañista si consigue ser la primera mujer en llegar sin ayuda de oxígeno al techo del mundo.
Diez años después de la conquista de su primer ochomil, la tolosarra afronta un desafío "ambicioso que técnicamente no es más difícil que otras montañas conquistadas, como el K-2 o el Annapurna", pero que afronta "con miedo" por las circunstancias que se pueden encontrar en la propias laderas del Everest, como la saturación de expediciones comerciales que podría obstaculizar el acceso a la cumbre.
"En un día de buen tiempo pueden llegar a la cumbre más de 100 personas, pero sin oxígeno solo nosotros. Las expediciones comerciales no nos van a dejar pasar, y si el acceso por la arista que te lleva a la cima o el escalón Hillary -última dificultad antes de llevar a los 8.848 metros- está saturado por otros alpinistas, te pueden parar un tiempo que no puedes aguantar sin oxígeno", explicó Pasabán.
La alpinista vasca comentó que en el campo base del Everest se van a juntar 50 expediciones y que al haber pocos días idóneos para hacer cumbre, una de las claves para llevar a buen puerto su objetivo será "anticiparse a las demás".
La expedición partirá el 4 de abril hacia Katmandú, capital de Nepal, y una vez allí caminarán una semana para aproximarse hasta el campo base del Everest, a unos 5.400 metros de altitud. En días siguientes el objetivo será el de aclimatarse a la altitud extrema y se hará un trabajo diario en la ruta del Collado sur, la misma que utilizaron los primeros conquistadores de la "morada de los dioses", Edmund Hillary y Tenzing Norgay.
Será un escenario conocido para Pasaban, ya que fue el que siguió para alcanzar la cima el 23 de mayo de 2001, su primer ochomil.
Pasaban afrontará el ascenso con su equipo habitual, es decir, Asier Izaguirre, Ferrán Latorre, que hará el doble papel de escalador y cámara de altura, Nacho Orviz y el doctor Pablo Díaz Munío.
La guipuzcoana descartó que su próximo objetivo sea "subir a la luna sin escafandra", pero aseguró que "habrá que pensar en algún otro" tras conquistar el Everest sin oxígeno.