Vitoria. La carrera de Ernesto Valverde como técnico ha dado un giro de 180 grados en poco más de un año. El cacereño, que fue cesado el 31 de enero de 2010 como técnico del Villarreal debido a los malos resultados, estuvo varios meses sin equipo hasta que, a principios de agosto, comenzaron a llegarle distintas ofertas. Entre ellas, la opción de convertirse en entrenador de la selección japonesa. Finalmente, el Txingurri se decantó por volver a la que había sido su casa, al Olympiacos -su primer destino fuera del estado- y con el que ayer logró un nuevo título de la Super Liga griega, el trigésimo octavo del club y el segundo del exjugador rojiblanco.
El conjunto del Pireo se proclamó campeón cuando todavía restan tres jornadas para que finalice el campeonato. Y es que el equipo entrenado por Valverde llegó con una ventaja de 10 puntos sobre el Panathinaikos a la vigésimo séptima jornada, por lo que un triunfo les coronaría como vencedores de la Super Liga. Todo era favorable a las aspiraciones del Olympiacos, ya de jugaron en casa y dependían de ellos mismos.
El encuentro se decantó en los primeros minutos a favor de los hombres del Txingurri, que para el minuto seis del partido ya ganaban por 2-0 gracias a los tantos de Djebbour y Mellberg. Antes del final de la primera parte, David Fuster volvió a marcar para poner el 3 a 0. El Georgios Karaiskakis se convirtió en una fiesta, el título estaba ya en sus manos, no se les iba a escapar.
Los segundos 45 minutos volvieron a ser un monólogo del Olympiacos, que se encontraron a un débil AEK de Atenas. Con tres goles más tras la reanudación, los pupilos de Valverde finiquitaron el encuentro y el título. Al final, fiesta completa en el estadio del Pireo, 6-0, título de campeones y una plaza asegurada en la próxima edición de la Liga de Campeones.