Niza. El alemán Tony Martin, del equipo HTC-Highroad, logró ayer la victoria definitiva en la París-Niza, tras disputarse la octava y última etapa, en la que se impuso el francés Thomas Voeckler (Europcar) para firmar su segundo triunfo parcial de la carrera. Martin, de 25 años, llegó victorioso al paseo de los Ingleses de Niza, por delante de su compatriota Andreas Kloeden (Radiochack), ganador de esta carrera hace once años y que fue segundo a 36 segundos; y el británico Bradley Wiggins (Sky Procycling), tercero en el podio final a 41.
La octava y última etapa, de 124 kilómetros con salida y llegada en Niza, se disputó bajo una constante lluvia y se la adjudicó Voeckler, actual campeón de Francia y que reeditó el triunfo parcial del miércoles pasado. En el descenso del puerto de Eze, a 15 kilómetros de meta, Voeckler, de 31 años, consiguió alejarse de su último compañero de escapada, el italiano de 21 del Lampre Diego Ulissi.
Llegó en solitario a la meta con 23 segundos de margen sobre el corredor transalpino, y ya 1:06 sobre el siguiente grupo, formado por el francés Julien El Fares y los españoles Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi) -quinto en la general final- y David López (Movistar).
"Es genial. Es el mayor éxito de mi carrera. Estoy muy contento pero necesito algo de tiempo para pensar. Ahora mismo estoy muy contento de haber ganado", manifestó Martin, exultante, al término de la etapa. El alemán cimentó su victoria en la contrarreloj del viernes, en la que se colocó como líder. En las dos últimas jornadas consiguió mantener el maillot de primer clasificado en un fin de semana marcado sobre todo por el frío y la lluvia. "Ayer hacía mucho frío, los descensos eran muy peligrosos. Estoy contento de no haberme caído", apuntó Martin.
tirreno-adriático Por otro lado, el belga Philippe Gilbert (Omega Pharma) consiguió la victoria en la quinta etapa de la Tirreno-Adriático, de 240 kilómetros de recorrido entre Chieti y Castelraimondo, tras cazar sobre la misma línea de meta a los fugados, el costarricense Andrey Amador y el italiano Davide Malacarne, que se quedaron con la miel en los labios.
Supervivientes de una escapada que se constituyó en el séptimo kilómetro, Amador y Malacarne, con 230 de escapada en las piernas, vieron frustrado su propósito de disputarse la etapa, cuya resolución definitiva colocó como nuevo líder al australiano Cadel Evans, con dos segundos de ventaja sobre el italiano Iván Basso y tres sobre Damiano Cunego.