PALMA. El triunfo permite al conjunto valencianista consolidar su posición en la tercera plaza de la Liga, romper el gafe de la isla, donde había perdido en las dos últimas temporadas y, además, le da tranquilidad para afrontar la vuelta en la Liga de Campeones ante el Schalke.
El Mallorca, que sumó su decimocuarta derrota en el campeonato, peleó hasta el final por el empate, pero se encontró con una gran defensa valencianista y otra gran actuación de su portero, Vicente Guaita, la gran figura de su equipo en la capital balear.
El equipo balear saltó al campo con la misma fe y ambición que ante el Barcelona, aunque la incógnita a despejar se centraba en comprobar si ese esfuerzo tenía plazo de caducidad, ya que ante los azulgranas, los baleares se desplomaron a partir de la media hora de juego.
El Valencia quiso imprimir un ritmo pausado a las acciones y lo logró, ya que movió el balón de un lado a otro, aunque sin ninguna profundidad. El primer remate a puerta visitante con cierta intención se registró en el minuto 22 por intermedio de Mata.
Su centro del campo, con el argentino Éver Banega, el turco Mehmet Topal, Pablo Hernández y Juan Mata no acababa de encontrar la fórmula para desactivar el empuje local, al que a veces acompañaban destellos de técnica, casi siempre por parte del canadiense Jonathan De Guzmán.
El Mallorca, un equipo por el que muy pocos apostaban el pasado mes de agosto, se fajó como suele hacerlo ante los "grandes".
Cada vez se siente más cómodo, quizás, apoyado en su desahogada posición en la tabla.
Al Valencia le costó hincarle el diente, porque enfrente tuvo a un rival pletórico de moral y convencido de que está más cerca de Europa que del descenso.
Además, los jugadores que dirige Unai Emery se encontraron con un gol en contra en el minuto 30, tras un penalti muy riguroso cometido por Costa sobre el camerunés Pierre Webó. El central Iván Ramis no perdonó y el Mallorca se puso en ventaja cuando menos lo esperaba.
El Valencia reaccionó pronto y, dos minutos después, Pablo Hernández aprovechaba un balón que le había dejado Aritz Aduriz de cabeza para batir al israelí Dudú Aouate.
El 1-1 en el marcador trasladó el partido a la misma dinámica de la primera media hora, con dos equipos midiendo muy bien sus posibilidades ofensivas y sin arriesgar lo más mínimo.
Mallorca y Valencia dejaron las precauciones en el vestuario en la segunda parte y salieron decididos en busca de la victoria. El segundo gol lo tuvo Emilio Nsue (min. 47), pero su disparo lo envió al córner Guaita en una gran intervención.
No falló, en cambio, Pablo Hernández (min. 57), que volvió a sorprender a Aouate con un disparo muy ajustado, y en el que dio la impresión de que el meta israelí podía haber hecho algo más.
El Valencia había logrado remontar el partido y se dedicó a cuidar con mimo su ventaja, cediéndole terreno a un Mallorca que buscó el empate con el japonés Akihiro Ienaga en el lugar del francés Michael Pereira.
Todos los intentos locales por empatar el partido murieron en la segura defensa valencianista, y sobre todo, en las manos de su meta Vicente Guaita, inexpugnable en el Iberostar Estadi, y que sólo pudo ser batido de penalti.