VITORIA. "No es la primera rotura. Habrá que esperar a ver qué es lo que tiene, porque es una fractura sobre otra fractura", lamentaba a media tarde de ayer Jesús Aizkorbe, jefe de prensa del Euskaltel Euskadi. El protagonista de la desdichada historia no es otro que Koldo Fernández de Larrea.

La mala suerte persigue al de Zurbano que, ayer, fruto del infortunio en los últimos metros de la cuarta etapa de la Vuelta a Andalucía sufrió una aparatosa caída que le provocó la rotura de su clavícula derecha y el cuarto metacarpiano de su mano derecha. Sin suerte. Con un gafe particular que le deja malherido de forma constante.

Si el final de la temporada 2010 ya fue para olvidar, el arranque de este 2011 tampoco será, vistas las consecuencias de su caída de ayer, de grato recuerdo. Entonces, durante el sprint de la París Bourges el pasado 7 de octubre, el corredor alavés sufrió una rotura sin desplazamiento del pómulo derecho, una fractura de la clavícula izquierda, perdió tres piezas dentales, además de tener un gran número de contusiones por todo su cuerpo, entre ellas una importante brecha en la ceja, por lo que le tuvieron que realizar un TAC.

Pues bien, ahora le ha tocado a su clavícula derecha, además de a uno de los dedos de su mano. Más fractura. "Son tantas", aseguraba con cierta resignación Aizkorbe. Y es que parece que a Koldo se le cruza un gato negro de forma permanente.

Esta vez fueron unas lonas de publicidad mal ajustadas a las vallas de meta las que provocaron el fatídico desenlace. El viento las levantó y Freire, que se llevó la etapa al sprint, al igual que otros corredores las pudo esquivar. Sin embargo, Lobato tropezó con una de ellas y se fue al suelo llevándose a Ventoso, mientras que Koldo, que venía por detrás de éste, salió por los aires aterrizando de forma violenta contra el suelo con su clavícula derecha. El hueso crujió. Rotura.

OPERAR SÍ O NO El corredor fue trasladado de forma inmediata al Hospital de Córdoba donde le realizaron las pertinentes radiografías y un TAC para conocer el alcance real de sus lesiones. Ahí se vieron esas dos roturas. "Está abonado", aseguró poco después del primer informe médico Álvaro González de Galdeano, director del Euskaltel Euskadi en la ronda andaluza. El técnico gasteiztarra desveló que el ciclista está muy afectado de moral, pero al menos las lesiones no revisten mucha gravedad.

Por ello, hoy regresará a casa junto al resto del equipo en avión una vez que concluya la Vuelta a Andalucía para ser observado con más tranquilidad por los responsables médicos del equipo y una vez examinado tomar una decisión sobre las dos fracturas. En el caso de que los galenos de la escuadra naranja decidan que debe pasar por el quirófano, el ciclista estará unos diez días de baja. Si por el contrario es una fractura limpia que puede soldar sin ser operada, el periodo en el dique seco para el de Zurbano se ampliaría a las tres semanas.