ESPANYOL Kameni; Galán, Javi López, Amat, Chica; J.Márquez, Raúl Baena; Luis García, Verdú, Callejón,: y S. García.

REAL MADRID Casillas; Arbeloa, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi, Khedira; Di María, Özil, Cristiano; y Adebayor.

Goles 0-1, min. 23: Marcelo.

Árbitro Mateu Lahoz. Mostró cartulina amarilla a Carvalho y Xabi Alonso por parte del equipo visitante; y sacó tarjeta a Amat, por parte del Espanyol. Expulsó con roja directa a Iker Casillas en el minuto 1.

Estadio Cornella-El Prat.

BARCELONA. Sufrimiento a raudales para mantener el pulso. El Real Madrid recurrió a su versión más resistente para acercarse de nuevo al líder. Ganó tres puntos de oro, redujo diferencias con el Barcelona -ahora se queda a cinco puntos de distancia-, pero pagó un precio muy caro. Porque por un instante lo tuvo todo en contra. Incluso pareció que la Liga quedaba fuera de su alcance. No obstante, este Madrid se ha hecho más duro ante las adversidades. No cedió ni cuando desde casi el pitido inicial perdió a su mejor talismán y prescindió de uno de sus motores.

Sin apenas tiempo para asentarse en Cornellá perdió a su capitán -expulsión de Iker Casillas por cometer una falta sobre Callejón fuera del área a los sesenta segundos de juego-, y de inmediato Di María tuvo que sacrificarse para que el joven Adán pudiera proteger la portería blanca. Con esos prolegómenos, el Madrid se aferraba a la épica. Incluso a las estadísticas que convierten cada visita al campo perico en un salvavidas solvente.

El Espanyol, con superioridad numérica fue, de hecho, quien pareció acogotarse ante un enrabietado rival. Espoleado en su orgullo, el conjunto de Jose Mourinho tuvo ocasiones diáfanas para abrir el marcador. Khedira dio las primeras advertencias. No obstante, Marcelo, muy activo, se encargó de enviar el esférico al fondo de las mallas blanquiazules y de evitar una caída frenética (0-1).

El Madrid, con diez y la presión de aprovecharse del pinchazo del Barça, se dio de bruces con el mejor atajo. No obstante, su sufrimiento no acabó con el tanto del entonado brasileño. De hecho, no pudo respirar tranquilo hasta que el colegiado no pitó el final del duelo en tierra amiga.

Mientras los locales perdían por lesión a su nueve Sergio García, en el Madrid ni Adebayor ni tampoco Cristiano Ronaldo conseguían transformar las ocasiones de que disponían para sentenciar el choque. Y el partido al Madrid le pareció eterno. Sólo Adán -el sustituto obligado ayer de Iker Casillas- sacó una mano prodigiosa para evitar la catástrofe en los minutos finales del encuentro. Y poco después, con Mateu Lahoz dirigiendo a los participantes hacia el vestuario, el perseguidor del líder pudo por fin respirar tranquilo. Conquistó una victoria que le mantiene al acecho de su directo rival. Y demostró, sobre todo, que no tira la toalla. Un detalle que acrecienta su credibilidad como aspirante a todo. Una postura que, acaso, le sirva de experiencia para superar los peldaños de dificultad que le van a deparar las próximas semanas.