Uno de los pocos incidentes negativos que ha registrado la celebración de la Copa en Madrid se produjo ayer, poco antes de la final. Unos aficionados del equipo local atacaron a Manel Comas, al que insultaron y llegaron a alcanzar con una botella cuando se disponía a acceder al Palacio de los Deportes. Los hinchas merengues le recriminaron su "antimadridismo", al hilo de un artículo del diario Marca en el que se apuntaba esta teoría.