vitoria. Javi Ruiz de Larrinaga disputará mañana en Sankt Wendel a partir de las tres de la tarde su cuarto mundial consecutivo. El corredor de Amezaga ya se encuentra desde el jueves en la localidad alemana y se muestra más optimista, una vez que ha visto que el circuito está mejor de lo que esperaba y no habrá en principio hielo, circunstancia que en 2010 en la localidad checa de Tabor le acabó perjudicando. "De momento, está rápido", aseguró el del MMR-Lizarte.

Eso sí, el trazado, tal y como asegura el corredor provincial es "exigente y en ciertas zonas técnico. Hay bastantes desniveles, siempre arriba y abajo y se va a hacer muy duro", asegura. Al menos, el de Zuia llega con los deberes hechos tras su sobresaliente temporada y confía en poder poner el broche a su gran año colándose entre los 30 primeros de un Mundial donde el checo Zdenek Stybar defenderá su maillot arcoiris ante el belga Sven Nys, el principal favorito al triunfo.

Loyo es ambicioso. De hecho, una vez visto el circuito se fija como meta entrar en el top 25. Todo un reto. Eso sí, para tener opciones de poder acabar en esas posiciones tendrá que realizar una buena salida, circunstancia en la que no ha brillado en las últimas carreras.

"Las dos claves del Mundial serán la salida y los acontecimientos que puedan suceder en mitad de carrera. Es cierto que, saliendo desde mitad de pelotón, puedo encontrarme con un tipo u otro de carrera: en Pontchâteau salí desde más atrás pero pude progresar con más facilidad, mientras que en Hoogerheide tuve una mala salida y me costó más encontrar el ritmo. Sobre todo será importante pasar ese momento crítico y buscar un grupo con buen ritmo en el que ir progresando para hacer una buena carrera", concluyó.