SEVILLA Palop; Sergio Sánchez (Cáceres, m.17), Alexis, Escudé, F. Navarro; Navas, Zokora, Romaric (Renato, m.51), Perotti; Kanouté y Luis Fabiano (Negredo, m.75).
REAL MADRID Casillas; Albiol, Ramos, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso, Lass (Marcelo, m.56); Özil (Granero, m.85), Cristiano; y Benzamá (Di María, m.68).
Goles 0-1, min.17: Benzemá.
Árbitro Undiano Mallenco (Navarro). Amonestó a Lass, Arbeloa, Khedira, Cristiano, Sergio Ramos, Luis Fabiano, Zokora, Alexis y Fernando Navarro (m.83).
Estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores.
Sevilla. El Real Madrid, gracias a un tanto del francés Karim Benzemá en la primera parte, ve más cerca la final de la Copa del Rey, un título que se le resiste desde hace diecisiete años y para el que ha dado un paso importante ante un Sevilla muy atenazado y con pocos recursos ofensivos. Se notó que el entrenador madridista, José Mourinho, tenía bien claro que la semifinal no se acababa en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y que había otros noventa minutos como mínimo que jugar la próxima semana en el Santiago Bernabéu.
El técnico portugués sacrificó en el lateral izquierdo al brasileño Marcelo para dar entrada a un más defensivo Arbeloa con la intención de parar las incursiones de Jesús Navas, y además formó con una línea de tres centrocampistas con la presencia de Lass en detrimento del argentino Ángel Di María. El Sevilla, por su parte, salió con todo y con ganas de sorprender, con un Navas muy incisivo que generó los primeros problemas para el conjunto madridista.
Una entrada de Lass a Sergio Sánchez lesionó al defensa y obligó a que fuera sustituido por Cáceres instantes antes de que el francés Karim Benzemá, en una muy buena jugada personal, en la que dejó sentados a los dos centrales hispalenses, superara a Andrés Palop en su salida y lograra el 0-1. El tanto no hizo más que redoblar la confianza madridista ante un rival que se perdió, con un juego demasiado lento y previsible, en intentar superar la presión de los visitantes, pese a que el brasileño Luis Fabiano tuvo el empate en su cabeza.
En la última fase del primer tiempo los de Gregorio Manzano encontraron algunos huecos, casi siempre por la derecha, pero la defensa adversaria no se descompuso e Iker Casillas no tuvo que intervenir demasiado. La polémica llegó segundos antes de que Undiano Mallenco pitase la conclusión de la primera parte, cuando Luis Fabiano se quedó con el balón solo ante el meta madrileño, al que superó en su salida y remató raso para que Raúl Albiol despejase sobre la raya de gol. Los sevillistas y la grada cantaron gol, pero el colegiado navarro, en comunicación con uno de sus asistentes, apreció que el balón no había traspasado la línea ante la airada protesta local.
El Real Madrid intentó sobreponerse del susto en la segunda parte y mantuvo el orden táctico con un incombustible Lass. El Sevilla sufrió otro contratiempo con la lesión a las primeras de cambio de Romaric, pero los blancos desperdiciaron algunas ocasiones para incrementar su ventaja y eso le dio vida a la formación hispalense, que buscó el empate, aunque sin crear verdadero peligro. El partido se rompió en la fase final porque los locales descuidaron todas las marcas y los visitantes tuvieron ocasiones para sentenciar, que no lograron aprovechar.