kristianstad. España dio ayer un paso de gigante tras imponerse por 26-24 a Alemania en el tercer partido del Mundial que se está celebrando en Suecia y gana serias aspiraciones de luchar por las medallas. Fue un triunfo basado en la buena defensa en los instantes finales y en la labor ofensiva del vitoriano Iker Romero, Juanín García y Julen Aguinagalde, cada uno con cinco goles.
En unos primeros minutos en el que ambos equipos dejaron evidencia de la igualdad del choque, la selección española fue la primera en marcar, pero fueron los alemanes quienes tomaron las riendas del partido pasados los cinco minutos de juego gracias a la eficacia de Uwe Gensheimer. Con una diferencia mínima, Alemania se mantenía por delante en el marcador y el conjunto de Valero Rivero no conseguía sobrepasar al equipo germano que se mostraba firme en defensa y fuerte y efectivo en ataque.
El choque, que destacó por las excesivas exclusiones que se produjeron en ambos equipos, llegó al descanso con empate a 13 gracias a un gol de Iker Romero desde los 7 metros en los últimos segundos.
En un segundo período que empezó con muchas imprecisiones fue el equipo español quien golpeó primero, pero la campeona del mundo de 2007 recuperó esa diferencia en los ataques posteriores y consiguió una diferencia considerable a falta de diez minutos para el final (18-21).
Sin embargo, España, que tardó más de cinco minutos en marcar, tiró de casta y consiguió remontar el choque (23-21) gracias a un parcial de 5-0 a falta de cinco minutos para la conclusión del partido. Dos robos consecutivos en los instantes finales sentenciaron el choque.