Zamora. "En mis tiempos solían decir que para hacer una carrera había que ir a la universidad y para ser ciclista, al País Vasco", dice Juan Carlos Castaño, madrileño, 58 años, que camina buscando un lugar apartado para departir con DNA bajo el frondoso bosque de Valorio de Zamora donde se celebraron los Campeonatos de España de Ciclocross. Habla durante el paseo de su pasado ciclista, de los fines de semana siguiendo a su hija en las carreras de Euskadi, "el eje del circuito femenino", de su otro hijo, Carlos Castaño como él, que fue profesional y corrió siempre en equipos vascos. Por eso cree que el regreso de la Vuelta a Euskadi era algo necesario, un deber casi. "Por su afición". Sobre eso, sobre el caso Contador, la Operación Puerto, la UCI o los éxitos del ciclismo español dialoga luego, cuando encuentra un reducto tranquilo y deshabitado al abrigo de una carpa que resulta ser la del control antidopaje. Ya es casualidad.
¿Suspiró aliviado cuando supo que en la "Operación Galgo" no había ningún ciclista implicado?
No, para nada. Lo que les ocurra a los demás deportes me preocupa. No me alegra que el atletismo tenga problemas, aunque en España, por nuestra idiosincrasia, somos muy dados a alegrarnos del mal ajeno.
El ciclismo español ya pasó por eso con la "Operación Puerto" que desencadenó la era más convulsa de la historia del ciclismo español, en la que sigue inmersa.
Pero ahora, al menos a nivel mediático, las cosas han cambiado un poco porque el punto de mira se ha desviado hacia la Operación Galgo. Ahora sufre el atletismo. El ciclismo ha pasado a un segundo plano aunque tengamos aún unos expedientes por resolver de cierta importancia como el de Contador o Mosquera, que mediáticamente son muy llamativos. Lo de Alberto, sobre todo, por ser quien es, no ayuda a salir del bache, pero su caso es complicado de resolver.
"Por ser quien es…". ¿Es por eso que el caso de Contador es diferente?
Evidentemente, el clembuterol es una sustancia prohibida, pero el caso es tan diferente a otros que incluso las instituciones internacionales están planteándose ahora mismo establecer límites cuantitativos en este producto. Según los expertos, el uso del clembuterol en ese momento de la competición no tiene mucho sentido. Claro que también hace especial el tema el personaje, porque Alberto era un referente, la imagen del deportista limpio que ganaba por su propio esfuerzo.
¿Es su mayor disgusto como máximo representante del ciclismo?
Se trata de una situación complicada e inesperada.
La UCI le pasó la patata caliente a la Federación Española para que decidiese, ateniéndose a la normativa, si Contador se dopó o no y le pidió celeridad en un proceso que no vislumbra una solución hasta febrero.
La actuación de la UCI en aquel momento no tiene una explicación coherente. Me refiero a que después de que ellos lo habían tenido durante dos meses sin tramitarlo no es comprensible que luego nos pidan celeridad a nosotros.
¿Por qué se dilata tanto algo que precisa una resolución de urgencia?
Dada la complejidad del tema y la cantidad de documentación e informes presentados por las partes -UCI, AMA, los abogados de Contador-, el Comité de Competición necesita una valoración exhaustiva de todos los datos aportados, el asesoramiento de técnicos y científicos que puedan interpretar esos informes antes de hacer primero una propuesta a la que pueden hacer alegaciones todas las partes y, después, la resolución definitiva. Eso de que la UCI pida celeridad lo entiendo como un gesto de cara al exterior. Si realmente quería que el asunto se resolviese rápido, tenía que haber existido esa prisa desde el principio del proceso. Si en agosto ya se conocía el resultado del control, no entendemos por qué se tardó dos meses en comunicarlo al órgano competente.
Usted ha leído el informe, ¿cree que hay razones para creer que Contador es culpable?
No puedo responder a eso porque yo no soy miembro del Comité de Competición. Pero dentro de esos documentos hay cosas favorables a la defensa del deportista y otras desfavorables, con lo cual hace falta un análisis profundo para poder resolver el asunto. Yo no me atrevería a hacer una valoración para tratar de no pecar de ignorante.
La cantidad detectada en el organismo de Contador, 0,05 nanogramos, es ínfima y puede que no suponga una ayuda para el deportista, pero la atleta Josephine Onyia fue sancionada por un positivo en el que dio 0,02 nanogramos de la misma sustancia, clembuterol.
Los antecedentes son desfavorables a Contador. Ha habido varios casos en el atletismo en los que con cantidades inferiores a la suya se ha sancionado al deportista. Lo que pasa es que no es sólo cuestión de cantidad. Por eso hay que esperar. Y mucho. Porque el proceso no va a acabar con la resolución del Comité, sino que será el TAS el que haga la valoración final ya que es seguro que una de las partes no va a acabar contenta.
¿Contador ha recibido trato de favor?
¿Por parte de quién?
¿De la UCI? ¿La Federación? ¿El CSD? ¿La prensa?...
Por parte de la Federación Española desde luego que no. La situación anormal por parte de la UCI ha sido retrasar en el tiempo el traslado del expediente. El Comité de Competición lo componen juristas expertos que harán la propuesta en base a las pruebas y los argumentos que haya. Sería ridículo cuestionar la profesionalidad del Comité porque se aplicara la norma con un criterio estricto, como siempre. No va a haber ningún trato de favor con Contador. Otra cosa es que nos pueda gustar más o menos lo que decidan.
¿Contador es el pagano de la guerra entre la UCI y la AMA contra España por la permisividad con el dopaje que denuncia reiteradamente McQuaid?
Quiero creer que no, pero tampoco podría saberlo. No puedo saber los intereses contrapuestos que puede haber entre la UCI y la AMA. Lo que sí es cierto es que a nivel internacional existe esa idea de que España es permisiva en la lucha contra el dopaje.
¿Lo es?
No lo creo. Lo que ocurre es que hay una ley contra el dopaje en España que difiere de la ley internacional en cuanto a las garantías de los deportistas. Esto es lo que no se llega a entender muy bien, sobre todo en el ámbito anglosajón.
¿En qué difieren?
La ley española, en todos sus conceptos, no sólo en la lucha contra el dopaje, es muy garantista de los derechos de las personas. Sin embargo, en el derecho anglosajón se aplican otros criterios más… Por ejemplo, el mero hecho de que haya un resultado adverso es sancionable en el extranjero, mientras que en España es sancionable cuando se demuestra que ese resultado adverso es consecuencia de una voluntad de cometer una infracción. Esa interpretación nos perjudica siempre a la hora de equiparar las leyes y por eso creo que el CSD se está planteando la modificación de la ley española para acercarla más a la internacional.
¿La relación entre la Federación Española y la UCI es buena?
Es cordial. Sin que haya sumisión, he tratado de que exista comunicación.
¿Incluso cuando Pat McQuaid, su presidente, insiste en que España es el paraíso del dopaje?
Vuelvo a decir lo mismo: creo que el problema es de interpretación.
¿Exclusivamente?
También es algo que viene de años anteriores, de la Operación Puerto y esa situación de no haber cerrado ese capítulo de la historia del dopaje en España. Pero eso no es así por voluntad de la Federación Española de Ciclismo ni otras federaciones que pudieran estar involucradas, aunque no salieran a la luz pública. El hecho de que la justicia española haya prolongado en el tiempo la resolución de ese problema se interpreta en el extranjero como una negativa a luchar contra el dopaje, cuando en realidad es una cuestión del ordenamiento jurídico español que a nosotros concretamente nos impide abrir expediente a ciclistas, aunque muchos se habrían cerrado por falta de pruebas concluyentes.
Valverde sancionado, los expedientes de Contador y Mosquera, la confesión de Marga Fullana… ¿Entiende y asume el descrédito del ciclismo español a nivel internacional?
No solamente lo asumo, sino que la Federación intenta cambiar esa imagen. No quiero decir que es una batalla perdida pero te voy a poner un ejemplo frustrante. Desde que llegué yo a la presidencia de la Federación se puso en marcha el proyecto Prevenir para Ganar, que está dirigido a la base, los padres, los niños… Lo curioso de ese proyecto, y es a lo que voy, es que no ha tenido en España ninguna repercusión. Y, sin embargo, durante el Campeonato del Mundo de Australia, en un congreso sobre la lucha contra el dopaje, se utilizó como ejemplo en una ponencia. Lo que hacemos tiene más acogida en el foro internacional que en la propia estructura del deporte español.
Le leo textualmente: "Hay modalidades deportivas que exigen un esfuerzo agónico y son las que suelen dar más casos positivos". Se refiere, sin duda, al ciclismo y al atletismo. ¿Lo comparte?
¿Quién lo ha dicho?
Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte.
No estoy de acuerdo, porque los positivos se producen en todos los deportes. De hecho, según las estadísticas del Laboratorio de Madrid, el ciclismo está en el puesto noveno o décimo en porcentaje de casos de dopaje. Lógicamente, hay más positivos porque prácticamente el 50% de los controles que se realiza en España se hacen a ciclistas: 1.749 de orina y más de 800 de sangre de los 4.000 que se realizan en el conjunto del deporte.
Pero es cierto que hay más casos de dopaje en el ciclismo y en el atletismo que en otro tipo de deportes.
Si lo que se buscan son sustancias que mejoren la resistencia, lógicamente se encontrarán en deportes de fondo. Pero hay otras sustancias que mejoran el rendimiento en deportes en los que se exige concentración, velocidad, otro tipo de cualidades. No puedo estar de acuerdo con alguien que dice que todo el dopaje se concentra en dos deportes agónicos como son el ciclismo y el atletismo. Todos los deportes tienen su lacra.
El ciclismo, la suya.
Sí, consecuencia de la cultura del dopaje que ha existido tantos años, pero no solo en España, sino en todo el mundo. Quizás lo que ocurre es que en otros países han sido más diligentes y han afrontado el tema antes.
¿Por qué el ciclismo está siempre en el centro del huracán?
Porque ha sido un deporte débil. No ha habido esa idea de corporativismo que hay en otras profesiones. Tampoco hemos sabido avanzar con los tiempos. No nos hemos adaptado. Eso, unido al dopaje, ha hecho que no hayamos evolucionado.
Paradójicamente, el ciclismo español vive una de sus épocas doradas a nivel de resultados. En el último lustro han ganado todos los Tour, los Juegos Olímpicos, un Giro, dos Vueltas, clásicas con Freire, con Valverde…
Y somos primeros en el ranking por naciones, en el individual… El éxito es tremendo en ruta, pero también en pista, mountain bike, trial, incluso el ciclocross está repuntando. El ciclismo español no está tan mal.
Pese a los éxitos, indudables, desaparecen las carreras, los equipos, la base se desmorona… ¿Por qué no se ha repetido el "boom" motivado por los triunfos de Perico o Indurain?
Como he dicho antes, es porque no hemos sabido adaptar el ciclismo a las necesidades de los tiempos, al mundo de la tecnología y la comunicación. Hemos seguido con estructuras obsoletas en la mayoría de los casos. En el ciclismo ha habido gente con muy buena voluntad pero escasos conocimientos. Si a eso le unimos la crisis económica y, como dijo hace poco Patxi Mutiloa -director de Deportes del Gobierno Vasco-, la dependencia del dinero público…
Mutiloa también propuso como alternativa comenzar a cobrar a los aficionados que acudan a las carreras.
En ese punto se choca con la mentalidad del ciclismo, donde siempre ha sido todo gratis. Puede parecer una entelequia, pero quizás tengamos que empezar a buscar soluciones para que sobrevivan las organizaciones de carreras ciclistas. No sé si la que propuso Patxi es la manera idónea, pero lo cierto es que si no hay recursos propios habrá que generarlos de alguna forma.
¿El regreso de la Vuelta a Euskadi es una maniobra política?
Que la Vuelta vuelva al País Vasco es un símbolo de normalidad. Es algo que nunca se debería haber perdido. Su regreso es una forma de reconocer que en el País Vasco existe una afición tremenda al ciclismo que garantiza el éxito de la Vuelta.