En la sombra. Su imagen no suele aparecer en las gestas y hazañas firmadas por los hermanos Pou. Sin embargo, siempre está ahí. Corriendo los mismos riesgos, sufriendo las mismas penalidades y además cargando al hombro con una pesada cámara de vídeo y otra fotográfica con la que poder trasladar al exterior las magníficas aventuras protagonizadas por este genial dúo de escaladores.

Es Javier Baraiazarra. Cámara, escalador y sobre todo amigo del dúo de alpinistas. En estos últimos años, ha sido fiel testigo de todas sus andanzas. No sólo eso. El trabajo llevado a cabo por el director del Mendi Film Festival ha permitido plasmar en imágenes las diferentes ascensiones llevadas a cabo por los Pou.

Baraiazarra es su enlace con el exterior. Los ojos al mundo de los Pou. Él, con sus películas, fotografías y documentales, ha dado a conocer la verdadera dimensión de lo que tanto Eneko como Iker han llevado a cabo en estos últimos años.

Este cámara de Euskal Telebista ha compartido con los hermanos Pou el reto Siete paredes, siete continentes, salvo la expedición al Yosemite. Ha estado con ellos también estos últimos años en Argentina, en el Chañí, y más recientemente en Pakistán. Sin embargo, en todas esas aventuras se ha quedado en un segundo plano. Un trabajo en la sombra que tanto Eneko como Iker quieren agradecer. "Su labor es súper importante", aseguran ambos al unísono. "Está habitualmente en la sombra, pero consigue que lo que nosotros hacemos se pueda ver", añade Eneko.

Los dos están "encantados" con el trabajo que ha realizado para ellos su amigo y compañero de escalada. Y es que ambos quieren dejar claro que Jabier es algo más que el encargado de documentar y filmar sus expediciones. "Es un gran apoyo", comenta Iker.

"UNO MÁS DE LA FAMILIA" La sensación de familiaridad es mutua. El propio Baraiazarra también comparte esa visión de la relación que une a ambos. "Es algo paternofilial", relata. Eneko corrobora sus palabras. "Para nosotros es como nuestro padre". Un gran apoyo. Los dos escaladores lo tienen claro. Tanto que en sus aventuras casi no pueden estar sin él. "Es uno más de la familia. Es de gran ayuda además escalando, pero sobre todo en lo psicológico", como recuerda el menor de esta genial e innovadora saga de escaladores. "Cuando no está se hace raro", añade Iker al respecto.

Al menos, últimamente casi siempre ha estado con ellos. "Es un fijo", como recuerdan entre bromas los dos hermanos. Eso sí, ambos tienen claro que no es fácil el trabajo que realiza Jabier y por eso están "muy agradecidos. Está claro que es mucho más que un compañero de escalada. Eso lo tenemos claro. Él siempre nos ha apoyado mucho y por eso estamos muy agradecidos", apunta Eneko.

Más aún tras haber compartido con ellos momentos difíciles y de tensión durante sus aventuras. Eneko e Iker tienen claro que a Jabier también la ha tocado sufrir lo suyo durante sus últimas escaladas. "Cuando toca pasarlas mal, le toca a todo el mundo", apunta Iker. "El nivel de riesgo es el mismo para todos. Él también se expone a las avalanchas, a caídas de piedras, a todo. Él, al igual que nosotros, está en primera línea de fuego y algún que otro susto ya se ha llevado", añade su hermano Eneko.

HAY QUE SENTIR PASIÓN Al menos, durante estas últimas expediciones, el propio Jabier Baraiazarra quiso confirmar que no vivió momentos de excesivos apuros. "Miedo, no. El miedo te bloquea. Miedo paso cuando me dicen para acompañarles a alguna expedición por el jaleo que hay que montar para organizarla", aclara el cámara.

Pese a no haber vivido situaciones extremas, los Pou tienen claro que si Baraiazarra no sintiera verdadera pasión por este deporte, sería incapaz de aguantar este ritmo. Ambos entienden que es clave que para que el documental salga bien y se pueda llevar a cabo una expedición de varias semanas, el encargado de realizarlo sienta verdadera pasión por este deporte.

Pues bien, los dos ven en el cámara a "un apasionado" de la escalada. "Tiene una iniciativa, un arranque, una motivación... Es increíble. Tiene 50 años y le ves con más motivación que cualquiera de los chavales que conocemos de 20", explica Iker. "Si está aquí es porque le gusta. Le tiene que gustar y mucho, porque no se paga lo suficiente por los marrones que se traga", añade entre bromas Eneko.

El director del Mendi Film Festival de Vitoria lo confirma. Baraiazarra se siente un privilegiado por poder compartir cordada con los Pou, aunque sea para filmarlos. "Es como si te gusta el fútbol y te dice Messi para jugar con él o te llama Guardiola para formar parte de su equipo. Son los mejores del mundo y es un lujo poder compartir esos momentos con ellos", relata Baraiazarra, el cámara de ETB, los ojos de los Pou al exterior, el testigo en la sombra de sus gestas.