MADRID. Durante cerca de dos horas Domínguez ha contestado a las preguntas de la jueza Mercedes Pérez Barrios, titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid, primero en calidad de imputada y después como testigo tras tomarla juramento. Las mismas fuentes han explicado que esa duplicidad ha provocado la protesta de los letrados presentes en la causa al considerarlo "una aberración jurídica" que puede llevar a la nulidad de la declaración de Domínguez, aspecto que no ha sido compartido por la magistrada.

Marta Domínguez, que llegó a los juzgados sobre las 9.30 de la mañana, media hora antes de su citación, acompañada de su marido, Diego Bercianos, ex atleta de 110 metros vallas, y de su abogado, José Rodríguez, solo sonrió a la prensa y no quiso hacer declaraciones. Sin embargo, a la salida, y rodeada de cerca de un centenar de perioditas, la ex vicepresidente de la Federación Española de Atletismo aseguró que "nunca" se ha lucrado de nada "ni suministrado sustancias dopantes a nadie".

La considerada como mejor atleta española de todos los tiempos ha lamentado el daño moral recibido afirmando: "se ha hecho mucho daño a mi imagen, a mi familia y a mis seres queridos".

También ha recalcado que durante el registro policial a su domicilio los agentes de la Guardia Civil no se llevaron "nada" e insistió en que en ningún momento se ha lucrado. "Evidentemente tengo muy claro que soy inocente", ha enfatizado la atleta, que ha añadido que volverá a competir en cuanto pase el embarazo. Al ser preguntada sobre por qué está involucrada en este caso comentó: "porque ha habido escuchas telefónicas". A continuación también ha negado de manera contundente que ella aparezca en un vídeo intercambiando sustancias prohibidas.

Marta Domínguez, que está embarazada de cerca de cuatro meses, tuvo que guardar reposo hace unos días tras someterse a la prueba de la amniocetesis y por eso no pudo ser citada a declarar el pasado 12 de diciembre junto a otros seis implicados en la "Operación Galgo".