Milán. Rafa Benítez se aferra a su silla pese a los rumores que apuntan a su inminente destitución y que concuerdan con la postura del máximo dirigente del Inter, Massimo Moratti, que ayer mismo se negó a responder a las preguntas de los periodistas sobre el futuro del entrenador español. El técnico del Inter, que podría tener los días contados en Italia, asegura que no es cierto que le hayan destituido aunque reitera que el equipo necesita fichajes para "mantener la exigencia". "No, no he sido despedido, estoy sorprendido porque he visto titulares de periódicos y me ha llamado mucha gente preguntándome si me habían destituido, y en absoluto es verdad", señaló, en declaraciones a Onda Cero".

El técnico, "encantado" de haber conseguido el Mundial de Clubes con el equipo neroazzurro, desveló que se encuentra de "vacaciones en Liverpool con la familia" y se mostró "sorprendido con los comentarios de la prensa, que daban por hecho el cese". "Es un rumor que viene desde hace tiempo. Son muchos meses de leer y escuchar cosas que no son realidad". Por otra parte, intentó aclarar las manifestaciones que realizó tras conseguir el título, y que han desatado la polémica y el malestar del presidente del club, Massimo Moratti. "El presidente, con el que había hablado anteriormente, se fue directamente en avión después del partido, y la única posibilidad era decir públicamente algo evidente", adujo.

Moratti no quiso confirmar ayer la noticia publicada la Gazzetta dello Sport según la cual Benítez habría sido ya destituido. "Estamos tranquilos, hoy no hablo, no quiero crear ninguna polémica", explicó Moratti, sin responder a los rumores de destitución del técnico.