la cuenta atrás de la liquidación sigue su curso, el panorama cada vez es menos alentador, los acreedores ya han llamado a la puerta esperando su botín, y ninguna parte implicada parece dar el paso necesario para aportar algo de luz a esta tremenda oscuridad en la que se ha visto sumido el Deportivo Alavés. Ya de todos es conocido cómo se ha llegado a esta situación, cómo se ha generado esta deuda. Todos somos culpables y todos somos a la vez víctimas de nuestro pasado. Ahora no hay que mirar atrás, sólo hacia delante, es el único modo de salvar al equipo de fútbol más representativo de nuestra ciudad, de nuestro territorio. La masa albiazul ya ha empezado a rebelarse contra su destino. Primero los pequeños accionistas incluyendo en el orden del día una propuesta para reducir el derecho privilegiado de la compra de acciones de la nueva ampliación de capital de un mes a tan solo una semana. De este modo, si apareciera un nuevo inversor, podría realizar su desembolso cuanto antes y permitir la solvencia a corto plazo del club. La Asociación de Peñas Alavesistas, Alavés Gare, también se pronunció hace una semana mostrando su preocupación por la situación, y ya tiene preparada sus primeras acciones. Una manifestación previa al encuentro de la Cultural Leonesa y la entrada cinco minutos más tarde del comienzo del encuentro para "visualizar la triste imagen que darían las gradas si el club desaparece". El respaldo de dichas acciones ya se verá el sábado, pero por lo menos están aportando su granito de arena para apoyar al Deportivo Alavés en estos momentos tan difíciles. No hay que olvidar que son ellos (ustedes) los que pasan frío en Mendizorroza, los que han gastado tiempo de ocio en acompañar al equipo por media España, los que han llorado con los descensos. La voz del aficionado debe ser escuchada. Ayer le tocó el turno a la prensa alavesa, unida en una voz para leer un manifiesto adhiriéndose a la preocupación de otros colectivos, y ofreciéndose como intermediario para cambiar el rumbo de este barco que va a la deriva. Si en Gijón o Donostia se ha conseguido, aquí también se puede. Y para aquellos que dudan de las ventajas de tener un equipo de fútbol en la élite un ejemplo práctico. La Cámara de Comercio de Granada estimó que el pasado ascenso del equipo andaluz iba a repercutir en la ciudad 2,5 millones de euros en hostelería y comercio, además de revalorizar la imagen para el turismo. Una ciudad sin fútbol es una perdida para todos.