Madrid. El presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, se declaró "víctima" de la trama de dopaje investigada en la Operación Galgo y aseguró que no va dimitir porque sería "de cobardes abandonar ahora el barco". "Por supuesto que no voy a dimitir. Me considero una víctima y sería de cobardes abandonar ahora el barco", afirmó en el curso de una multitudinaria rueda de prensa en la sede de la Federación Española.

"Ha sido el mayor disgusto en veintitantos años de presidente y en muchos más años de atleta y en otros cometidos. Me considero una víctima. Creo que he cumplido mis obligaciones de presidente y no podía imaginar que algunas personas faltaran a mi confianza. Lucho contra el dopaje desde hace más de 30 años públicamente, polemizando en muchos casos con el doctor Fuentes, y ahí están las hemerotecas de los años ochenta", afirmó.

Odriozola recordó que ya en aquella época promovió un manifiesto para que lo firmaran los atletas solicitando controles por sorpresa. "Lo firmaron casi todos, excepto, qué casualidad, los de Manuel Pascua", indicó. "Mi primera decisión como presidente fue romper con el doctor Fuentes, que se fue al ciclismo desde entonces. A Pascua, que era responsable de velocidad y vallas, le quité entonces. Me considero engañado en la confianza que últimamente volví a depositar en él. Cobraba una gratificación y me dio la sensación, tal vez fui ingenuo, de que había cambiado. Lo cierto es que desde entonces nadie le ha relacionado con el dopaje, ni con la Operación Puerto".

El presidente explicó que "siempre que ha habido la más leve sospecha, inmediatamente se les ha obligado a pasar un control por sorpresa" y ha recordado que la Federación practica "más de mil controles al año". "Es uno de los deportes más controlados", subrayó. "Es cierto que hemos tenido algunos positivos y algunos de ellos muy notables, pero siempre hemos tomado cartas en el asunto y en todos los casos, salvo en el de Onya, que fue la Federación Internacional, la Federación ha impuesto una sanción. Nunca hemos ocultado nada", insistió.

"Lo de Marta", añadió Odriozola, "ha sido mi mayor disgusto y el mayor problema de todo esto. Es algo que no me podía ni imaginar. Suspenderla cautelarmente como vicepresidenta de la Federación Española. Era un cargo honorífico. En el tema de su licencia como atleta, esperamos la información del Juzgado. Ha pasado desde el 2006 más de 50 controles nuestros, y muchos de la IAAF. En el Mundial de Berlín, pasó uno antes de la semifinal, a las seis de la mañana, y luego otro en la final".

Odriozola se declaró "admirador de Nadal, de Gasol, de la selección de fútbol, de baloncesto y de otros" y añadió que le sienta muy mal que le pregunten por el dopaje en el deporte español en el extranjero, "pero la inocencia siempre debe estar ahí mientras no se demuestre lo contrario", apuntó. "Parece que aquí había mucha gente que lo sabía todo durante años y nadie absolutamente me ha dicho nada. Cuando ha habido un rumor con fundamento hemos actuado", concluyó.