vitoria. Pausado, fiel a su discurso y amparado en el buen hacer de su plantilla durante más de dos años, Pep Guardiola aventuró que esta noche se verá al Barcelona de siempre, sin ambages, y que luego será el fútbol el encargado de desnivelar la balanza. "Yo no tengo nada que esconder a Mourinho; él sabe que iremos a atacar", destacó el de Santpedor, consciente de que "enfrente nuestro habrá un rival espectacular, potente, rápido, con muy buenos jugadores y muy bien organizado". "Será un partido bastante previsible, sin muchas sorpresas", a tenor de que ambas escuadras tienen definido su estilo. "El Real Madrid históricamente ha sido de contraataque y sigue siéndolo". Más allá del resultado, tiene claro que el Barça no perderá la identidad: "Por nuestra forma de jugar, hemos obtenido la admiración de todos. Ese es el mayor activo que tenemos, nuestro mayor orgullo. Si ahora cambiara mis jugadores dirían este tío está asustado".
Cuando se le cuestionó por Iturralde González, rehusó a valorar su designación como árbitro; al tiempo que mostró su desacuerdo en que todo el interés mediático que se genera entorno a este tipo de encuentros sea más perjudicial para sus jugadores que para los del contrario. "Es imposible que no haya sobreexcitación y, para jugar bien al fútbol hay que jugar tensionado", concretó.
"me enorgullecen otras cosas" ¿Cómo incidirá el resultado en el devenir de la Liga? "Aunque últimamente los Barça-Madrid y Madrid-Barça han tenido mucho que decir en el título, aún quedará mucho campeonato por delante, por lo que lo que pase será importante, pero no decisivo", subrayó. "Tarde o temprano perderé con el Madrid. Prefiero ganar a perder, pero estoy más orgulloso de otras cosas que de haberles ganado cuatro veces".