El entrenador de los Heat, Eric Spoelstra, parece tener las horas contadas. Pat Riley, el legendario entrenador que conquistó la NBA a los mandos de los Lakers de Magic y Kareem, está dispuesto a repetir la gesta que firmó hace cinco años, cuando guió a Miami al anillo tras relevar a comienzos de temporada a un Stan Van Gundy incapaz de sacar rendimiento a una plantilla en la que coincidían Dwayne Wade y Shaquille O"Neal. El técnico del pelo engominado, que ha cumplido los 65 pero conserva su ambición intacta, hace tiempo que insinuó que estaría encantado de abandonar su despacho de presidente para dirigir a una de las plantillas más temibles de la historia del baloncesto americano. Y cada vez la cosa parece que va más en serio.
La franquicia de Florida, con Lebron, Wade y Chris Bosh a la cabeza, sigue sin carburar como se esperaba. Spoelstra tiembla en su banquillo y los resultados se hacen esperar. El arranque de temporada ha resultado un fiasco para la afición de los Heat. Con un balance de ocho victorias y seis derrotas, el combinado de Miami ocupa la segunda plaza en la División Sudeste, por detrás del otro combinado del estado, los Orlando Magic.
Spoelstra dispone hasta mediados del mes próximo para enderezar el rumbo de un equipo que, pese a todo, ha sufrido varios problemas con las lesiones en este inicio de curso. Mike Miller, uno de los complementos más lustrosos del plantel, aún no ha debutado, Wade apenas pudo entrenar durante la pretemporada y Udonis Haslem, hombre de confianza del entrenador, acaba de caer en el dique seco. La cosa pinta negra para el preparador de los Heat. Ayer mismo otro de los técnicos más laureados de la NBA, Phil Jackson, dejaba entrever que Riley está dispuesto para tomar las riendas de los Heat. "Los propios jugadores pueden comenzar a plantear la necesidad de que vuelva Riley", argumentó Jackson. "La situación es compleja, pero tengo claro que o mejora o estamos ante un cambio de entrenador".