WASHINGTON. Es cierto que la calidad de juego de los Warriors de Golden State no es la mejor de la NBA y mucho menos en cuanto se refiere al apartado defensivo, pero Gasol volvió a confirmar que se encuentra en un gran momento de forma física, concentración y capacidad encestadora.

Gasol se convirtió en el líder "perfecto" que encabezó el ataque de los Lakers de Los Ángeles para que venciesen con facilidad por 117-89 a los Warriors en el último partido de la jornada dominical de la NBA.

El jugador de Saint Boi aportó 28 puntos después de anotar los 10 tiros de campo y los ocho que lanzó desde la línea de personal, además de capturar nueve rebotes, dar cinco asistencias y poner cuatro tapones en 30 minutos que estuvo en la pista del Staples Center.

La inspiración encestadora de Gasol permitió a los Lakers conseguir el cuarto triunfo consecutivo y ser el primer equipo de la NBA que llegan a los 12 partidos ganados en lo que va de competición.

Gasol había conseguido 14 puntos con 5 de 5 de tiros de campo y 4-4 desde la línea de personal en el primer cuarto del partido cuando los Lakers lograron un parcial de 39-21, incluidos 24 tantos anotados desde dentro de la pintura, donde el dominio del jugador catalán fue completo.

De acuerdo a los estadísticas oficiales de los Lakers, Gasol se convierte en el tercer jugador en la historia de la NBA que ha conseguido al menos 20 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias después de haber completado cinco tiros de campo y de personal sin haber fallado.

Gasol, que estuvo sentado en el banquillo todo el cuarto periodo, también se convirtió en el sexto jugador en la historia de los Lakers que estuvo perfecto en los tiros de campo con un mínimo de 10 intentos y es el último que lo consigue desde que el escolta Byron Scott también tuvo 10 de 10.

Antes de la gran noche de Gasol en el Staples Center, de Los Ángeles, en el Air Canada Centre, de Toronto, Calderón volvía por primera vez esta temporada a la titularidad de los Raptors para enfrentarse nada menos que a los Celtics de Boston, que llegaban con la baja de su director estrella Rajon Rondo.

El traspaso del base Jarrett Jack a los Hornets de Nueva Orleans, permitía al entrenador de los Raptors, Jay Triano, volver a darle toda la confianza al base internacional español que no defraudó y ayudó para que el equipo de Toronto venciese por 102-101 a lo Celtics.

La victoria fue la tercera consecutiva para los Raptors, primera vez que lo conseguían esta temporada, y ante un rival que aspira a defender el título de la Conferencia Este.

Calderón formó parte del ataque balanceado de los Raptors al conseguir 11 puntos con dos asistencias en los 33 minutos que estuvo en el campo.

El base de Villanueva de la Serena anotó 4 de 10 tiros de campo, incluido un triple en dos intentos, y 2-3 desde la línea de personal, además de capturar un rebote.

Calderón mostró de inmediato que ya se sabe de nuevo como el base titular indiscutible de los Raptors por el que el gerente general Bryan Colangelo y el entrenador Triano han apostado como lo hicieron en la temporada del 2008-09, la mejor desde que llegó hace seis años a la NBA.

"Como dije desde el principio, trato de olvidar todo lo que ha sucedido durante el verano con los rumores de traspasos", declaró Calderón al concluir el partido. "No se trata de algo personal mio ni de cualquier otro jugador, algunas veces las cosas suceden y las organizaciones buscan la opción que consideran es la mejor".

Calderón reiteró que su filosofía no ha sido otra que la de dar siempre todo en el campo para que el equipo alcance su mejor nivel de juego.

"Tenía muy claro, como ahora mismo que debo trabajar siempre al máximo para ayudar al equipo a ser ganador", destacó Calderón. "Tras ese objetivo, todo lo demás es algo sobre lo que no puedes tener control".

El base de Villanueva de la Serena reiteró que su filosofía se podría resumir de una sola frase: "ser profesional".

Precisamente esa profesionalidad es la que le ha permitido por primera vez desde que llego a los Raptors tener la seguridad que es el base titular indiscutible, con la joven promesa Jerryd Bayless, de 22 años, que acaba de llegar de los Hornets, como el discípulo listo para aprender todas sus enseñanzas.