madrid. El Real Madrid disputa ante el Athletic de Bilbao el último encuentro liguero antes de jugar el clásico en el Camp Nou ante el Barcelona, con la única intención de certificar un nuevo triunfo que le permita llegar líder a la cita, en un día en el que Fernando Llorente es la gran atracción.

El crecimiento del delantero centro del Athletic Bilbao está siendo seguido por los grandes y el Real Madrid está entre ellos. Llorente es del agrado de Jose Mourinho. Es la gran atracción de un duelo con sabor a historia, con un 9 en plena racha goleadora liderando a un flojo Athletic a domicilio.

Le recibe el líder presumiendo de números y de racha. Nadie ha sido capaz de arrancar un solo punto del fortín de Concha Espina, donde el Real Madrid ha ganado sus cinco partidos con un balance demoledor, diceciocho tantos a favor y tan solo dos en contra. Además, llega a la cita tras vencer en las seis últimas jornadas.

Será el último encuentro de sanción que tenga que cumplir Jose Mourinho tras su expulsión en Copa del Rey. Su intención es ver el partido más cerca de lo que lo hizo en El Molinón. Repetir como aquella noche ante el Real Murcia, su posición en primera fila junto al banquillo, para transmitir las órdenes con rapidez a su segundo, Aitor Karanka.

En lo deportivo dispone de su equipo de gala pendiente de la evolución de Cristiano Ronaldo. El portugués fue sustituido con molestias en el amistoso ante España, con un fuerte golpe en el gemelo izquierdo. Sus ganas de jugar todo hacen indicar que Mourinho no le reservará. También llegan al encuentro con ligeras molestias Ricardo Carvalho, Sami Khedira y Gonzalo Higuaín. En principio todos serán titulares.

Por otro lado, el Villarreal y el Valencia, tercer y cuarto clasificados de la clasificación, quieren consolidarse como alternativa a los dos equipos de cabeza y buscarán, en el derbi valenciano de la jornada, una victoria que les dé tres puntos importantes para mantenerse en posiciones de Liga de Campeones.

LILLO SE LA JUEGA Por último, el Almería, en puestos de descenso y con su entrenador, Juanma Lillo, muy cuestionado, recibe esta tarde a un Barcelona que necesita la victoria para intentar auparse al liderato antes del clásico.

La principal decisión que debe tomar Pep Guardiola es si cuenta en el equipo titular con Gerard Piqué, que está a una tarjeta de la suspensión y podría perderse el gran clásico de la semana que viene.

Piqué ha visto seis amarillas en doce faltas cometidas desde el inicio del partido. Si viera una más, el central internacional sería sancionado y se perdería uno de los dos partidos del año: el enfrentamiento ante el Real Madrid del próximo 29 de noviembre. Será un choque entre dos técnicos amigos: Guardiola y Lillo, en el que este último podría incluso ser cesado.