Vitoria. La Euroliga está de enhorabuena. Uno de los clásicos básicos del torneo volverá a vestirse de corto esta noche. Contra lo que se temía, la máxima competición continental contará una edición más con la clase y el carácter indomable de Sarunas Jasikevicius. El veterano jugador lituano, que el próximo marzo cumplirá los 35 años, vuelve a casa. Tras varios meses de rumores y ofertas que no satisfacían sus pretensiones, el genial director de juego volverá a enfundarse los colores del Lietuvos Rytas, club en el que se formó y al que tendrá que rescatar de una eliminación prácticamente cantada en los apenas seis partidos que restan para cerrar la primera fase de la Euroliga.

El campeón de Lituania sigue sin paladear el sabor de la victoria continental en este arranque de temporada. Esta tarde (18.45 horas) se la juega en casa ante uno de sus principales rivales por la cuarta plaza del grupo B, la Cibona. El técnico del Lietuvos, Aleksandar Trifunovic, sabe que no existe margen de error. Y aunque Saras acaba de aterrizar y asegura estar "al 80%", debutará frente al combinado croata. No le quedan muchos más cartuchos. Tras la lesión de gravedad del norteamericano Jerry Johnson -y pese al exótico fichaje del mundialista libanés El Khalid-, el retorno del hijo pródigo se aguardaba como agua de mayo.

En relidad su vuelta al equipo con el que debutó como profesional a finales de la década de los 90 se dilató porque Jasikevicius estaba empeñado en permanecer en Grecia después de Zeljko Obradovic lo considerara un elemento prescindible. Su reciente paternidad y su interés por hallar acomodo en algún combinado heleno frustraron su fichaje por otros clubes. Tampco le llovieron ofertas desorbitadas. Jasikevicius, que ha ganado cuatro títulos europeos con tres equipos distintos (Barça, Maccabi y Panathinaikos), ha perdido cartel. Ha estado un tiempo entrenando con el Peristeri, y se rumoreó que le tentaron el Aris y el Maccabi, además del Unicaja, que ponía sobre su mesa un contrato temporal para suplir a Terrell McIntyre.

Al final se ha decantado por la opción que le permite volver a sus orígenes. La misión que ponen en sus manos parece complicada. Un reto que le permitirá demostrar si sigue siendo uno de los grandes.