El ya ex entrenador del Sevilla Antonio Alvarez consideró ayer que su destitución, el pasado domingo, tras el 2-0 encajado por los sevillistas ante el Hércules, no es una decisión "injusta, pero sí demasiado precipitada". El de Marchena agradeció a los medios el buen trato que le han dispensado y "la buena conexión" que han mantenido, "respetando cada uno su parcela" y destacó que pese a que los resultados "no han sido del todo favorables", se va "muy orgulloso de lo que he conseguido con el Sevilla".