MAINZ, o Maguncia, es además de la tierra que vio nacer al inventor de la imprenta, Johannes Gutenberg, la capital del carnaval por excelencia en Alemania. Su club de fútbol, el Mainz 05, parece haber adelantado la fiesta disfrazándose de líder de la Bundesliga por primera vez en su historia tras contar sus partidos, seis, por victorias, erigiéndose en la revelación de las grandes ligas europeas. La última gran hazaña la protagonizó este fin de semana en el Allianz Arena, feudo del Bayern de Munich, al que derrotó por 1-2 (goles de Allagui y Szalai) y a quien aventaja ya en diez puntos en la clasificación para sorpresa de una afición que, pese a ser optimista por naturaleza -nunca silba tras una derrota-, no esperaba un arranque tan arrollador en su cuarto curso en la élite tras 105 años de existencia.
La primera de las claves reside en la figura de su director deportivo, Christian Heidel, un maestro en la gestión. Con sólo 17 millones de presupuesto ha configurado una plantilla compacta a base de deshechos y esperanzadoras promesas. Una de ellas responde al nombre de André Schürrle (6-11-1990), delantero de 19 años que el Leverkusen acaba de adquirir para la próxima temporada por unos diez millones de euros más una opción de compra por Risse, centrocampista de 20 años cedido al Mainz por el propio conjunto que dirige Jupp Heynckes.
Nacido en Ludwigshafen (Alemania), comenzó su carrera en el conjunto de dicha ciudad. Allí fue progresando hasta que en 2006 el Mainz se fijo en él para su filial con apenas 16 años pero debutó en el primer plantel tres años después. Fue en un partido que curiosamente enfrentaba a su club ante el Leverkusen. Desde ahí fue asumiendo un rol bastante importante en la punta de ataque junto a Bance y entre ambos anotaron 15 dianas, nada mal para un colectivo que rentabilizó sus tantos de una manera imperial, aunque al chaval le benefició la lesión de un Felix Borja que había sido el referente en las campañas precedentes. Últimamente se sitúa en la banda izquierda a pesar de ser diestro puesto que Tuchel desea que aproveche su disparo terrorífico cuando desborda hacia el centro. En el presente ejercicio ha tenido que cambiar de pareja de baile formando un tridente junto con los citados Allagui y Szalai.
la mano de thomas tuchel A él también hay que sumar a Holtby, otro medio de 20 años prestado por el Schalke 04. Pero principalmente se nota, y de qué manera, la mano del entrenador. Se trata de Thomas Tuchel, que a sus 37 años ya se ha colgado el cartel de ser el técnico joven que atesora más talento en el fútbol germano. Aterrizó apenas días antes del inicio del pasado curso, consciente de que llegaba a un recién ascendido, y no sólo mantuvo la máxima categoría sino que acabó en la novena plaza, la mejor clasificación de su historia, que siempre transcurrió en las precarias ligas amateurs.
Superado con sobresaliente el reto muniqués, y después de triunfar en encuentros a domicilio tan complicados como los que dirimió frente al Bremen y el Wolfsburgo, ahora habrá que aguardar cuánto le dura la cuerda o si nos encontramos ante un serio candidato al título, como ya ocurriera hace dos años con el club de los lobos. Una incógnita que mantiene el propio míster del equipo con sede en la mayor ciudad de Renania-Palatinado: "Me estoy quedando sin palabras, todo esto resulta extraordinario. Es como surrealista. No nos sentimos más grandes de lo que somos". Es por ello que el presidente elude hablar de objetivos "¿Por qué habríamos de fijarnos ahora nuevas metas? Disfrutemos del momento". Pero si el sábado próximo, ante el Hoffenheim, rubricase su séptima victoria, el Mainz igualaría el récord de triunfos consecutivos que comparten el Bayern (1995-96) y y el Kaiserslautern (2001-02). A juicio de Schürrle no hay nada milagroso: "Esto no es por casualidad. Hacemos lo que el entrenador nos indica". Y Tuchel, a quien los diarios apodan ya como el cerebro maestro, hace lo correcto: rotar -cinco caras nuevas introdujo este sábado-, recibiendo felicitaciones del propio Van Gaal. "El juego del Mainz tiene firma de autor: Tuchel", alabó el holandés.