vitoria. La debilitada cuerda interior del Baskonia cuenta desde ayer con un nuevo y contrastado elemento. Tras un verano repleto de idas y venidas, ofertas y contraofertas que habían mareado constantemente la perdiz hasta convertir el desenlace de la operación en un jeroglífico, Marcus Haislip ya forma parte finalmente del engranaje vitoriano. El fibroso ala-pívot estadounidense, un trotamundos de la canasta que se ha comprometido por una campaña, complementará a Teletovic y alivia en parte las graves urgencias en la zona tras las salidas de Splitter y Eliyahu y el inesperado descarte de Mensah-Bonsu por el maltrecho estado de sus dos rodillas.
Después de que "sus elevadas pretensiones económicas" imposibilitaran en varias ocasiones la fumata blanca, la operación ha visto la luz justo después de reactivarse el pasado miércoles y, sobre todo, cambiase radicalmente la disposición del jugador respecto a los ceros de su salario. Su desembarco en la capital alavesa ha colmado de satisfacción a Josean Querejeta, quien definió a Haislip como "un gran jugador que nos va a ayudar muchísimo" dadas sus portentosas virtudes atléticas y de las que ha adolecido el equipo durante los últimos tiempos.
Con una dilatada experiencia internacional, tanto en la NBA como en Europa, en plena madurez deportiva (29 años) y dotado un físico espectacular amparado en sus 2,08 metros de altura, el cuatro nacido en Tennessee aterriza, eso sí, en el Baskonia tras una discreta última temporada en la que fracasó primero en los San Antonio Spurs y después en el Panathinaikos. De hecho, el pasado 16 de abril rescindió su contrato con el club heleno tras sufrir un hematoma en su rodilla izquierda y, desde entonces, se ha mantenido inactivo en espera de ofertas de la NBA que finalmente han pasado de largo.
En el Buesa Arena, como hicieron en su día otros baloncestistas, aspira a reencontrarse consigo mismo y recuperar el altísimo nivel que ofreció en Málaga, donde se le terminó reprochando su falta de liderazgo y carácter en los momentos comprometidos. Pese a estas dudas, Querejeta matizó que es "un jugador reconocido por todos" que se encuentra llamado a dar un salto de calidad al ambicioso proyecto alavés.
"Aporta atleticismo, capacidad de anotación, rebote e intimidación. En la época que estuvo en el Unicaja antes de irse a la NBA, hizo grandes temporadas. Espero que nos dé ese punto de atleticismo que este equipo tendrá con Logan, él y también Bjelica. Físicamente, vamos a ser competitivos y de un alto nivel", anticipó esperanzado.
Tras este fichaje, Querejeta dio prácticamente "por cerrada" la plantilla en espera de resolver "la duda" del cuarto pívot, plaza a la que aspiran los temporeros Pietrus y Musli. Si bien el presidente "dejó abierta" la posibilidad a que ambos se queden a las órdenes de Ivanovic hasta el final de temporada, todo hace indicar que los cañones baskonistan apuntan hacia otro lado. Del joven balcánico, alabó "su grandísima proyección" y el hecho de que "sea un jugador de futuro", por lo que la hipótesis más probable es que el club negocie su traspaso con el FMP Zeleznik, con quien tiene contrato en vigor, y luego lo envíe en calidad de préstamo a otro lugar. "No tenemos prisa por contratar a un jugador que, quizá, nos redondee la plantilla", precisó Querejeta.
Con más contundencia se expresó respecto a la identidad del cuarto seleccionable para que el Baskonia se amolde a los cupos vigentes en la ACB. La posibilidad de que Carlos Cabezas -ofrecido en su día por sus agentes tras desvincularse del Khimki- sea el elegido se encuentra, a priori, descartada. El portazo al base malagueño fue claro pese a que Ivanovic sólo cuenta con Huertas como base puro. "Es uno de tantos rumores que aparece en los medios y del que no vamos a estar hablando constantemente. En nuestro caso, para cerrar la plantilla, nos queda la duda del último hombre interior. El resto está cerrado", concluyó.