LA Vuelta no está decidida como muchos vaticinaban antes de la crono y ahora se la van a jugar entre dos corredores, Nibali y Mosquera, en la Bola del Mundo, lo que es bueno para el ciclismo porque habrá espectáculo. ¿Se imaginan que ayer el italiano hubiese salido con dos o tres minutos de ventaja? ¡Buff! No lo quiero ni pensar.

La llama de la Vuelta sigue encendida gracias a Mosquera, que hizo una crono genial y apenas se dejó tiempo con Nibali. No como Purito, que me decepcionó. No esperaba que perdiese tanto. Aunque sé que no es especialista, más de cuatro minutos con Nibali, y casi cuatro con Mosquera, son demasiados. No es normal. Creo que le ha pesado la responsabilidad. Me dicen que antes de salir, Purito calentaba en el rodillo y estaba serio, muy serio, cuando él suele ser un tipo alegre y dicharachero. Creo que quizás eso le hizo mal, tanta presión, tantas ganas de hacerlo bien? Estoy seguro que si no se lo hubiese tomado tan en serio, lo habría hecho mejor.

Ganó Velits, lo que me sorprendió porque el del Columbia había estado muy bien en la montaña y no esperaba que rindiese a ese nivel también en una crono. De todas maneras, el viento estuvo de su lado. Vi llegar a Cancellara, que lo dio todo y estuvo media hora sentado tratando de recuperarse, por lo que que Velits le ganase significa que el viento cambió y perjudicó al suizo, que había salido de los primeros.

Ya sólo nos queda esperar a la Bola del Mundo. Habrá antes dos etapas llanas en las que quizás Koldo tenga alguna posibilidad de aumentar la cuenta de Euskaltel, pero todos estamos pendientes del sábado. Será emocionante.