madrid. Florentino Pérez solventó con comodidad la Asamblea General Ordinaria de Socios, la segunda desde que inició su nueva etapa en la presidencia del Real Madrid, y en la que los socios aprobaron unas cuentas con una deuda de 244,6 millones de euros. La Asamblea comenzó con un discurso del presidente en el que, durante una hora, habló sobre el pasado, el presente y el futuro del club blanco. Se centró en el aspecto deportivo, social y económico.
El máximo mandatario blanco reconoció lagunas en su primer año de mandato. Una de ellas fue la ausencia de títulos. Para animar a los socios, aseguró con rotundidad que no descansará "hasta conseguir la décima" Copa de Europa. El proyecto deportivo, con José Mourinho, "el mejor entrenador del mundo" al frente, el apoyo en la sección de baloncesto al técnico Ettore Messina, la creación de un parque temático del Real Madrid y de una cubierta para el estadio Santiago Bernabéu, así como el recuerdo a Ramón Calderón, "una etapa oscura", formaron las bases de su alocución.
Después, y antes de someter a votación los datos económicos de la temporada pasada y el presupuesto 2010-2011, Pérez cedió la palabra a los socios para iniciar un turno de ruegos y preguntas. La mayoría de las intervenciones aprobaron su gestión, aunque hubo alguna crítica a la ausencia de títulos.