Khalid Aski es el protagonista de esta cómica historia. La situación es la siguiente: se disputan los octavos de final de la Copa de Marruecos de fútbol entre los equipos Mahgreb Fez y el FAR Rabat, este último campeón de la competición durante los tres años anteriores.

Con el partido finalizado y el resultado de empate, se recurrió a la, para algunos injusta, tanda de penaltis. Y aquí entra en acción el poco agraciado portero del FAR Rabat ya que tras adivinar la trayectoria del lanzamiento de su rival tuvo tanta prisa por celebrar su acierto que no se aseguró de confirmar que el balón no traspasaba la línea de gol.