Las sospechas de fraude en torno a las ascensiones de Oh Eun-Sun en esa ficticia carrera por hollar los catorce "ochomiles" surgieron cuando la propia Edurne Pasaban destapó una conversación mantenida con unos sherpas que trabajaban en la expedición de la coreana y con los que ella había tenido relación unos años antes. "Nos han dicho que no digamos nada, pero en el Kangchenjunga no han subido a la cumbre", declaró en su día Edurne, a la que muchos tildaron de mala perdedora por poner en duda los méritos de su rival. Ahora la cosa ha cambiado. Pasaban respira más tranquila, no sólo por el hecho de que pueda ser coronada en breve como primera mujer en coronar las catorce cimas más elevadas del planeta, sino también porque su deportividad va a quedar intacta después de las muchas críticas que había recibido por el mero hecho de poner en duda una ascensión que esos sherpas, con los que la guipuzcoana había trabajado en 2007, destaparan el supuesto fraude de la ambiciosa alpinista surcoreana.