vitoria. Soplan vientos de guerra en Maranello. Los rectores de Ferrari están que echan humo tras la oleada de críticas que han surgido tras la maniobra que ordenó el equipo a sus pilotos en el circuito de Hockenheim y que han servido para mantener viva la actualidad de la Fórmula Uno durante el parón estival. A los dirigentes del equipo italiano no les ha gustado que el tema de conversación gire en torno a las órdenes de equipo de su escudería, especialmente cuando las opiniones críticas llegan de ilustres veteranos como Niki Lauda, que fue, el viernes, el último en censurar los procedimientos con los que la escudería transalpina beneficia a uno de sus conductores (Fernando Alonso) por encima del otro (Felipe Massa).
El equipo italiano condenó "la ola de hipocresía que recorrió el paddock tras lo ocurrido en Hockenheim", donde las órdenes de equipo permitieron la victoria de Alonso por delante de su compañero Massa, y ha apuntado directamente contra Niki Lauda, que "nunca ha perdido una oportunidad de opinar a diestro y siniestro".
Lauda, ex campeón mundial de Fórmula 1, criticó esta semana lo acontecido en Hockenheim y la scuderia le ha respondido con dureza. "Es un personaje que, tras colgar el casco, nunca ha perdido la ocasión de hablar a diestro y siniestro para sentirse protagonista, aunque, en más de una ocasión, esto haya provocado acrobacias verbales para reposicionarse a favor de la corriente dominante", asegura Ferrari a través de un comunicao.
"En esta ocasión, el bueno de Niki ha perdido una buena oportunidad para mantener su boca cerrada, teniendo en cuenta que, cuando fue piloto de Ferrari, la política de gestión que critica le sentaba perfectamente. No se entiende esta furia moralista cuando, durante los últimos años, ha sido culpable de tantos actos de hipocresía", acusa la escudería italiana.
Como conclusión, Ferrari pide paciencia hasta el próximo 8 de septiembre, cuando se reunirá la junta directiva de la FIA. "En este tipo de situaciones, lo mejor es respetar a la máxima institución", zanja.