CINCINNATI.- El manacorí terminó doblegando al galo por 5-7, 7-6(8) y 6-2 en un partido en el que tuvo que salvar una bola de partido, pero en el que Benneteau, con fuertes calambres, acabó fundido físicamente en la manga decisiva. Al número uno del mundo le costó más de lo habitual entrar en el encuentro y lo acabó pagando, ya que el francés le rompió el servicio nada más saltar a la pista. Nadal intentó reaccionar y meterse en el partido, pero su rival, con un gran juego y un gran saque, no se lo puso fácil.

Sin embargo, el balear reaccionó y empezó a mostrar mucha mayor seguridad en su servicio y en el resto. Fruto de esta mejoría, Nadal consiguió recuperarse del break inicial del jugador galo y se volvió a meter en el encuentro. Aún así, el mejor jugador de la ATP no acababa de encontrar su juego mientras que el francés se mostraba impecable.

Benneteau aprovechó los fallos de su rival para volverle a romper el servicio cuando parecía que el primer set se iba a resolver en la muerte súbita y adjudicarse justamente la primera manga.

El inicio del segundo set fue totalmente diferente, ya que el tenista español consiguió hacerse con el primer juego, no sin problemas, y también con el segundo, tras un break. Pero al máximo favorito la alegría le duró muy poco, ya que su rival se sobrepuso al varapalo inicial y le devolvió la jugada. A Nadal la desesperación le podía y Bennetau aprovechó sus imprecisiones. Sin embargo, el manacorí empleó su casta habitual para darle la vuelta a la situación y empatar el encuentro.

Se presentaba un apasionante set decisivo, pero las piernas del tenista francés se rindieron. Nadal olió la sangre y encadenó dos breaks (3-0) definitivos ante la impotencia de Bennetau, al que de nada le sirvió la asistencia médica. Pese a su arreón de orgullo final (5-2), el francés claudicó y Nadal se hizo con el billete a cuartos de final, donde se medirá a Marcos Baghdatis.

Peor fortuna corrió David Ferrer, que cayó en tres mangas ante el ruso Nikolay Davydenko por 4-6, 6-3 y 7-5. El de Jávea terminó acusando el durísimo partido que había vivido ante Sam Querrey y permitió a Davydenko terminar dando la vuelta al encuentro y acceder a los cuartos.