Lo que se anticipaba como una nueva y tranquila edición del ya clásico circuito de Aiala, veterana prueba ciclista del calendario alavés, se transformó en polémica cuando la Ertzaintza optó por suspenderla tras una caída masiva de ciclistas en el kilómetro veinte de carrera, alegando falta de seguridad en el pavimento y en los cruces. Tras esta decisión, desde la organización de la prueba manifestaron ayer su total rechazo a esta medida, calificando de "prepotentes" a los agentes que tomaron la decisión y que, según el club ciclista Amurrio, encargado de la misma, se negaron en todo momento a entablar diálogo para una posible reanudación.