¿Qué balance hace de esta XV edición del Torneo Virgen Blanca?

Ha ido muy bien. Sobre todo por los chavales que están jugando y han disfrutado del torneo. Están todos contentos de poder jugar delante de público, que es una de las cosas importantes que debe hacer un pelotari. No es lo mismo jugar ante mil personas que hacerlo ante tus aitas y amigos. Es algo que te hace madurar como pelotari y como persona.

¿Considera positivo el regreso del torneo al frontón de Los Fueros?

Sí. Es bueno para la ciudad y también para los pelotaris.

¿Por qué?

Porque en Vitoria las fiestas son en el centro, en el centro tienes un frontón que es precioso y qué menos que usarlo. Creo que es bueno acercar la pelota a la gente y también que los muchos visitantes puedan disfrutar también de este deporte.

¿Cree que esta cita es más atractiva en el centro que en el Ogueta?

Sí. La gente quiere ver lo que pasa enfrente de su casa y este festival en el centro se entiende como un acto más de las fiestas. ¿Quien quiere trasladarse en días así a un pabellón? Nadie. En el centro, no sólo es bienvenido, sino que es más querido.

Y encima, da la sensación de que el público se ha divertido...

Sí. Cuando un pelotari está motivado da todo lo que tiene dentro, eso se transmite y a su vez la grada lo recibe y lo agradece en forma de aplausos y, sobre todo, volviendo al día siguiente que es lo más importante. Se ha visto un buen espectáculo y la gente ha disfrutado.

¿Han notado más afluencia de público en esta edición?

Si es que el año pasado ya no cabía un alma. Este año están los mismos, porque los graderíos no han crecido.

O sea que igual con una mayor capacidad de aforo, quizá se congregaría más público.

No tengo ninguna duda. Ojalá pudieran entrar más personas, pero el monumento donde está el frontón es así, así está bonito y no voy a pedir que la restauración consista en dar más aforo. No hay que tocarlo.

Y, ¿ha notado si este año el nivel de los pelotaris ha subido?

Ha subido y mucho más que va a subir. La mano alavesa está en un buen momento.

Buena prueba de ello es que Álava ha sido subcampeona los dos últimos años del Interpueblos.

Así es. El año pasado conseguimos por primera vez en diez años llegar a la final del Interpueblos de Euskadi con Legutio y este año Amurrio ha perdido 22-21 el partido definitivo. El nivel va creciendo y estamos muy cerca de tener pelotaris profesionales del más alto nivel nuevamente, que es el objetivo de Álava y de la Federación.

Viendo la reciente trayectoria de los pelotaris alaveses, ¿habrá que empezar a tenerles más en cuenta?

Sí. Se está realizando un muy buen trabajo desde hace unos años y está claro que Álava a nivel de Euskadi ha dejado de ser ya una comparsa en la pelota mano. El resto ya saben que está ahí y que para ganarle hay que sudar, eso si se le puede ganar.

Se le ve muy esperanzado con el futuro de la mano en la provincia, hasta el punto de que acaba de comentar que no tardarán en llegar manistas alaveses al campo profesional. ¿Para cuándo?

Cuando me llamen de Tele 5 y me paguen, haré de vidente y diré cuándo, pero creo que, con la prudencia necesaria, hay dos pelotaris que mucho me extrañaría que dentro de un año no sea uno de los dos profesional y espero que al siguiente lo sea el otro.

¿Podría decir quiénes son?

Prefiero guardármelo para no meterles mucha presión. Sólo puedo decir que desde Aspe y Asegarce están siguiendo sus pasos y tienen el compromiso de dar oportunidades a las promesas alavesas que se lo ganen. Estoy seguro de que Nalda y Pinedo van a tener sustitutos en la pelota profesional.

El Manomanista, eso sí que igual a estas alturas son palabras mayores.

Empezarán donde tienen que empezar cuando lleguen, que es en Segunda, y luego ellos se tendrán que ganar el derecho a participar en el Manomanista. Paso a paso.

Con esta halagüeña perspectiva de futuro, ¿se podría decir que la salud de la mano alavesa va mejorando?

Se puede decir que está en buena forma. En proporción, Álava no tiene menos pelotaris aficionados que Gipuzkoa, Navarra, Bizkaia y mucho menos La Rioja. La base es buena. Tenemos mucha cantidad y nos falta algo de calidad, pero es cuestión de tiempo. Si cualquier día sale otro Ogueta, yo seré el primero en estar contento. Por el pelotari y por la pelota alavesa, sobre todo.

Y si la mano está remontando, ¿cuál es el estado de las disciplinas de herramienta, cesta y pala?

En la cesta, ahí tenemos a Foronda, que es actualmente campeón del mundo. Está Jonathan Hernández, Otxoa, Endika... El presente es bueno y ahora lo que estamos intentando es asegurarnos que haya un buen futuro. Tratamos de darle un empujón y un ejemplo es el hecho de que Vitoria ha albergado toda una final del Campeonato del Mundo. No te puedes dormir en los laureles y con la pala trabajamos en ese sentido. Para mí, aunque tenga cierta predilección por la mano, a todas las modalidades las quiero por igual. Es como si fueran mis hijos. Todas tienen que durar y mientras esté yo como presidente, todas sobrevivirán.