Madrid. El máximo accionista del Hércules, Enrique Ortiz, contó con el capitán del equipo, Jorge López Tote, para que presuntamente transmitiera sus ofertas para comprar los partidos frente al Salamanca, Córdoba, Girona y Recreativo, según las conversaciones entre ambos que reproduce el diario El País. El periódico publicó ayer la transcripción de diversos mensajes de móvil entre Ortíz y Tote, y también entre el primero y Abraham Paz, segundo capitán, que aluden a pagos a rivales por perder voluntariamente y de primas a terceros para los equipos que se enfrentaban a los rivales del Hércules.

Según El País, Tote fue presuntamente el intermediario entre Enrique Ortiz, que ya había sido relacionado con la trama del caso Gürtel que investiga la presunta financiación ilegal del PP, y los equipos con los que quería contactar para ofrecerles primas y amaño de partidos.

El rotativo informa de que cuando el constructor quiso contactar con la plantilla del Córdoba, rival en la jornada 36, el jugador le escribió un sms en el que decía: "Crack soy Tote, prepara el dinero para éstos, tenemos que dárselo el domingo, 25.000 más 150.000, un abrazo".

Este mensaje recibió respuesta desde el móvil de Ortiz, en la que le contestó: "Vale crack. Soy Sonia. Ten cuidado que los mensajes quedan registrados y más los de tu jefe" y una posterior comunicación del jugador en la que afirmó: "Bueno... el dinero es para la fiesta del ascenso".

Estas conversaciones y otras, como en la que Ortiz reconoció haber comprado al portero del Córdoba con 100.000 euros y ofrecer una prima de 20.000 euros a los jugadores del Nàstic por ganar a los rivales del Hércules, aparecen en el sumario del caso Brugal que investiga una supuesta trama corrupta vinculada al negocio de la basura en Alicante.

El titular del juzgado número 7 de Alicante, José Luis de la Fuente, dio por cerrado el caso al no encontrar delito y rechazó la petición de la Fiscalía Anticorrupción de trasladar las conversaciones sobre los posibles amaño de partidos al CSD y a la FEF al considerar que hacerlo sería "una intromisión en la intimidad". El juez entendió en un auto que los datos recogidos son "muy graves" y recordó que la compra de partidos no es un delito penal, aunque sí lo será cuando entre en vigor la reforma del Código Penal.