Berlín. El piloto alemán Michael Schumacher (Mercedes) pidió ayer disculpas al brasileño Rubens Barrichello (Williams) por la maniobra del domingo en el Gran Premio de Hungría, aunque aseguró que no pretendió ponerle en peligro.
"Después de la carrera estaba aún acalorado por lo ocurrido, pero tras ver de nuevo la escena contra Rubens me doy cuenta de que los jueces tenían razón en su evaluación: la maniobra fue demasiado dura", admitió Schumacher. El siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno añade que "lógicamente" no era su intención poner en peligro a Barrichello. "Pero sí el tiene la sensación de que fue así, lo siento, no fue mi intención", concluyó Schumacher.
Por otro lado, Sebastian Vettel (Red Bull) continúa molesto por la sanción que recibió durante el Gran Premio de Hungría y que le costó la victoria, ironizando sobre lo sucedido en Hockenheim hace dos semanas con los Ferrari. "Es estúpido pensar que no respeté la distancia con el safety car a propósito. En Hockenheim, una mala acción fue castigada con una multa, ahora la mía con un drive-trough", afirma el alemán, en relación a la sanción económica a Ferrari por el polémico adelantamiento de Alonso a Felipe Massa.