MÉXICO Óscar Pérez, Rodríguez, Salcido, Márquez, Osorio, Héctor Moreno (Castro, m. 55), Torrado, Guardado (Barrera, m. 46), Dos Santos, Cuauhtémoc Blanco (Javier Hernández, m. 62) y Guille Franco.
URUGUAY Muslera, Lugano, Fucile, Victorino, Maximiliano Pereira, Alvaro Pereira (Scotti, m. 76), Diego Pérez, Arévalo, Cavani, Luis Suárez (Álvaro Fernández, m. 85) y Diego Forlán.
Gol 0-1, m. 43: Luis Suárez.
Árbitro Viktor Kassai (Hungría). Amonestó a Fucile, Hernández y Castro.
Incidencias: Tercera jornada del grupo A. Partido jugado en el estadio Real Bafokeng de Rustenburgo ante 33.425 aficionados.
vitoria. Lejos de representar una farsa como la del Alemania-Austria en 1982 y de que los aficionados de ambas selecciones gritaran a los cuatro vientos el que se besen, Uruguay certificó ayer que se encuentra en Sudáfrica dispuesta a rememorar tiempos de gloria tras derrotar a México y salvar el escollo de Argentina en los octavos de final. No sólo no hubo pacto, sino que fue un duelo intenso y hasta brusco con ambas escuadras buscando la puerta con desafuero, y resuelto finalmente en una acción eléctrica que culminó Luis Suárez con un precioso cabezazo. Así, mientras los de Tabárez tendrán que vérselas con Corea del Sur, los de Javier Aguirre, que reaccionaron tarde, se cruzarán con la albiceleste de Lionel Messi.
El Vasco tiró de Guardado, escondido hasta ahora y que completó un buen repertorio con un impresionante zurdazo al larguero; al tiempo que Uruguay se encomendó de primeras a Forlán, retrasando su posición, por detrás del propio Suárez y Cavani. El colchonero se siente ahí cómodo, mandando y adueñándose de las jugadas de estrategia. De un balón recogido por el delantero del Atlético en el centro del campo nació el gol en una apertura a la carrera de Cavani, cuyo centro cabeceó el delantero del Ajax de forma inapelable.
de tapada a aspirante Con el marcador en contra y aunque Aguirre no estuvo acertado con los cambios tras el descanso, México apretó, porfiando por las bandas con Salcido y tirando también de la imaginación de Giovanni Dos Santos, tan chispeante como ineficaz. Al Tri le amparaba el resultado del Sudáfrica-Francia, y más cuando los galos recortaron distancias, y hasta mereció llevarse el empate, frustrado principalmente por el oficio defensivo de la retaguardia uruguaya, algo de lo que siempre presumen a orillas del Río de la Plata. La clasificación charrúa, y el cómo se ha producido, es un hito, puesto que sólo en los Mundiales de 1930 y de 1950, las únicas dos veces que los celestes ganaron el titulo, sortearon la primera fase como líderes. Curiosamente, fue ésta la última de las 32 selecciones en ganar su boleto para estar presente en el campeonato tras quedar quinta en las eliminatorias sudamericanas y se vio en la tesitura de superar a Costa Rica en la repesca. Nadie le tenía en cuenta y puede irrumpir como la tapada y seria aspirante.
México bailará con la más fea, si bien antes a Aguirre le tocará aplacar las críticas recibidas ayer por sus decisiones. El míster, que acusó a su grupo de "falta de actitud", debe sentirse lógicamente satisfecho porque el primer gran objetivo ya está conseguido pero pocos comprenden qué razón le condujo a relevar a Guardado tras el paso por los vestuarios o a contar de salida con un veterano como Cuauhtémoc, de no ser porque él era el primero en sellar el empate con independencia de la identidad del adversario. De todas formas, la irregularidad ha acompañado casi siempre al equipo. Ahora llega la hora de la verdad. De descubrirse ante el mundo.