londres. El torneo femenino de Wimbledon lleva bien grabado el apellido Williams. En los diez años anteriores, sólo una final (2006, Mauresmo contra Henin) no tuvo a Venus o Serena. De hecho, las dos hermanas se han enfrentado cuatro veces en el último partido con tres triunfos para Serena, que saldrá mañana ante la desconocida portuguesa de 17 años Michelle Larcher De Brito como campeona en busca de su cuarto título; Venus quiere su sexto trofeo para colocarse sólo por detrás de Martina Navratilova (9) y Steffi Graf (7) en el palmarés de la era Open.

Como ambas marcharán por distinta parte del cuadro, la lógica indica que este dominio de las hermanas californianas puede prolongarse, pero después de lo que ocurrió en Roland Garros, cualquiera sabe. Schiavone y Stosur se citaron en una final inesperada que agitó el ranking femenino, aunque cabe esperar que en Wimbledon vuelvan a aparecer Justine Henin, ganadora en s"Hertogenbosch, Svetlana Kuznetsova, Kim Clijsters o Jelena Jankovic para restaurar el orden habitual en las rondas finales.

También entre las chicas se darán ausencias significativas. La ex número 1 del mundo, la rusa Dinara Safina, se ha borrado por problemas físicos, lo mismo que su compatriota Elena Dementieva, que tuvo que abandonar la semifinal en París y aún no se ha recuperado. La murciana María José Martínez era la esperanza española, pero desde que ganó en Roma su hombro no ha dejado de incordiarla y tampoco saldrá en Wimbledon.