bilbao. Cuando Vicente del Bosque hizo pública la convocatoria para asistir al Mundial muchos se sorprendían de la inclusión de Fernando Llorente. Detrás de los primeras espadas, Villa y Torres, había una pugna entre arietes como Güiza, Negredo o el propio Llorente para completar la lista.
El nueve del Athletic se reivindicó a sí mismo como "un delantero diferente al resto de los de la selección", y lo cierto es que se antojaba como un buen recurso para esos partidos cerrados, en los que lo único que falta para abrir la lata es un remate cazado entre la marabunta, un cabezazo de ésos a los que sólo llegan los arietes hercúleos, de talla extra larga. Y para quien necesitara un ejemplo, Fernando Llorente marcó el gol de la victoria en el descuento del amistoso ante Arabia Saudí. Pero a la hora de la verdad Del Bosque se ha olvidado del riojano. España terminó ayer el partido con una horda de jugadores en el área rival esperando que les cayese un balón del cielo. Ése era el escenario perfecto para que Llorente sacase a relucir sus dotes, pero la entrada en el verde de Torres, Navas y Pedro le dejaba sentado en el banquillo con el resto de los convocados.
Quien tampoco tuvo su oportunidad para debutar en partido oficial fue Javi Martínez. El de Ayegi tenía muchas menos opciones de disputar algún minuto en el Mundial debido a la acumulación de grandes jugadores para la zona ancha con los que cuenta el combinado español. Es más, su mejor oportunidad para jugar pasaba porque España ganase sus primeros dos envites y llegase clasificada a la tercera jornada. Con los deberes hechos, Del Bosque podría haber dado minutos a los no titulares. Ahora, con todo el aire, él y Llorente tendrán que esperar a que Del Bosque apueste por ellos.