BARCELONA. El que será nuevo presidente del FC Barcelona a partir del 1 de julio, Sandro Rosell, aseguró hoy que lo primero que ha hecho como presidente electo ha sido llamar al vigente máximo mandatario, Joan Laporta, y al entrenador, Josep Guardiola, para hacer una transición limpia y empezar a planificar la próxima temporada.
Rosell, que ayer recibió el abrazo de Laporta cuando parecía que no habría encuentro entre ambos, llamó por la mañana al todavía presidente y acordó con él un encuentro para hablar de cómo será una transición que prevé "pacífica", más de lo que se pensaba antes de tener un primer contacto con el que fuera su presidente y compañero de Junta Directiva desde 2003 a 2005.
"Sí, efectivamente os dije que lo primero que haría sería llamar a Guardiola, pero lo primero que he hecho es llamar a Laporta. Se ha puesto a nuestra disposición para comenzar a hablar y hacer este periodo de transición con cabeza y por el bien del Barça", manifestó.
"Hemos quedado para encontrarnos esta semana y hablaremos de todos los temas que podemos ir haciendo conjuntamente y cuáles se pueden solapar. Han sido 10 'minutitos', sobre todo para quedar en vernos", explicó.
Puso énfasis en mostrar su convencimiento en cuanto a que la transición será limpia y sin trapos sucios. "Tengo la sensación de que será menos agria, aunque nunca pensé que lo fuera, siempre pensé que sería pacífica. Será más pacífica de lo que había pensado, con más sentido común de lo que habíamos pensado", aseveró.
Sin embargo, habrá que ver cómo encaja Laporta que finalmente Rosell tire adelante la demanda contra él. Laporta dedicó unas líneas en su libro a asegurar que Rosell quiso vender a Ronaldinho al Chelsea, cobrando una importante suma en concepto de comisión, algo que el presidente electo no perdona. "Sí, el 1 de julio voy a poner esta demanda personal. Hay que separar las cosas personales de las institucionales. Hay límites que no se pueden cruzar", explicó.
VE EN GUARDIOLA AL BECKENBAUER DEL BARÇA
En cuanto a Josep Guardiola, segunda llamada que hizo Rosell esta mañana, espera poder convencerle para que esté en Barcelona los próximos seis años de su mandato. Luego, quién sabe, podría ser su relevo en la presidencia, y es que Rosell dejó atrás la comparativa con Alex Ferguson y apostó por Franz Beckenbauer.
"Pondremos nuestro máximo esfuerzo en que se quede los seis años que vamos a tener. Ya dije que sería muy bueno que Guardiola fuera el Ferguson del Barça. Aunque me gustaría más que fuera el Beckenbauer del Barça, que fuera jugador, entrenador y presidente. Estoy convencido de que sería un gran presidente del Barça. No hace falta doce años, de aquí seis vuelve a haber periodo electoral", indicó.
Más cercano será el primer encuentro con él. Guardiola, que en cuatro días empieza sus vacaciones, se reunirá con el que será su presidente antes de marcharse. "Se va de vacaciones y antes hemos quedado para vernos y coordinarnos con el club, y ver cómo nosotros, hasta que no sea presidente, en qué cosas podemos hacer mejorar el club", manifestó Rosell. EP