MADRID. El australiano Lleyton Hewitt, número uno del mundo hace una década y relegado ahora el puesto 32 de la clasificación ATP, reverdeció hoy sobre la hierba alemana de Halle y firmó la sorpresa de la semana tenística al derrotar en la final al suizo Roger Federer, gran especialista en esa superficie, por 3-6, 7-6 (4) y 6-4.
Federer había ganado 76 de sus últimos 77 partidos sobre hierba, todos menos la final de 2008 en Wimbledon, pero hoy se topó con un Hewitt agresivo, valiente y, en algunas fases del partido, brillante.
El australiano cedió la primera manga por 6-3, resultado que parecía encaminar a Federer hacia su sexto título en Halle.
Sin embargo, Hewitt mantuvo el choque equilibrado en el segundo set, hasta el punto de que se apuntó el juego de desempate con relativa facilidad (7-4), y pronto rompió el servicio del suizo y se adelantó 3-1 en la manga decisiva.
Aparentemente descentrado por momentos, Federer estuvo lejos de colocarse en disposición de recuperar el saque perdido. De hecho, no tuvo una sola bola de rotura hasta el décimo juego, cuando Hewitt ya sacaba para ganar.
Pero al australiano no le tembló el brazo: restableció la igualdad con una bola a la línea que Federer acabó mandando fuera, se adelantó con un mate que tampoco pudo devolver el suizo y, encima, tuvo una tremenda fortuna con el que sería su último golpe: la pelota se estampó contra la cinta y cayó muerta del lado de Federer, inalcanzable para éste.
Es el primer título desde abril de 2009 (Houston) para Hewitt, que esta temporada tenía los cuartos de final de Sydney y Houston como mejores resultados.