parís. El italiano Nicola Pietrangelli, ganador de este torneo en 1959 y 1960, entregó la Copa de los Mosqueteros a Nadal quien tuvo incluso arrestos para hablar en francés. "Gracias, por vuestro apoyo. Este es el momento más emocionante de mi carrera". "Estar aquí es muchísimo más que un sueño, después de un año difícil", añadió en inglés. También felicitó Nadal a Soderling, su verdugo en los octavos de final del pasado año. "Quiero felicitarte por los dos años en los que has alcanzado la final, y un poco te pido perdón, pero mi obligación era ganarte".
El manacorí reconoció que se consiguió "serenar" en el día "más importante" de toda la semana, a la vez que aseguró que para él lo de menos es el número uno, ya que la victoria en la tierra parisina era lo primordial. "Es un día realmente emocionante. Durante toda la semana no he estado bien y me ha costado contener los nervios y la ansiedad. Al final me he conseguido serenar en el día más importante. Estoy muy agradecido a toda la gente que me ha hecho llegar hasta aquí", señaló Nadal.
el juego, a más Además, consideró que "hasta semifinales" no pudo sacar su mejor juego. "Hoy -por ayer- todo ha ido mejor. He tenido que buscar abrirle y jugarle hacia el revés. He salvado breaks importantes y luego he podido irme en el marcador", analizó. "Aquí no hay ningún jefe, a veces sale mejor y a veces peor. Estoy haciendo una gran temporada, pero el hecho de ser número uno es lo último, lo más importante era tener el trofeo en mis manos", aseveró el balear.
Por otro lado, comentó que lo va a celebrar "entrenando en Queen"s", primer torneo preparatorio para Wimbledon. "Para mí, jugar al tenis es una celebración continúa. Yo quiero estar feliz y estar sano para seguir jugando al tenis", aseguró. "Es un sueño estar aquí después de un año difícil. Gracias a todo mi equipo que me ha apoyado muchísimo y a todos los voluntarios que hacéis posible este gran torneo", señaló Nadal en la ceremonia de entrega de torneos, que tuvo lugar sobre la pista central de Roland Garros.
el rival Además, quiso agradecer a la Reina Sofía su presencia en el partido, así como a "todas las instituciones". "Es el momento más emocionante de mi carrera y he tenido que hacer el mejor partido, sino, no hubiera ganado a Soderling".
El sueco, por su parte, aceptó la derrota con deportividad. "Tengo que comenzar felicitando a Rafa: Tu victoria es impresionante y creo que podrás ganar muchos más Roland Garros en los próximos años. Amo este torneo y al público que me ha apoyado. Es extraordinario poder jugar delante de vosotros. Espero volver y que, a la tercera, pueda lograrlo", dijo.