ESPAÑA Reina (Valdés, m.46); Ramos, Albiol, Marchena, Capdevila; Javi Martínez (Silva, m.80), Cesc (Xavi, m.58), Iniesta (Xabi Alonso, m.58), Navas, Mata (Pedro, m.58) y Llorente (Villa, m.58).

COREA DEL SUR Lee Woon Jae (Jung Sun, m.46); Oh Beom Seok (Cha Du Ri, m.81), Kim Hyung, Lee Jung Soo, Lee Young; Lee Chung Yong, Kim Jung Woo, Ki Sung Yueng, Yeom Ki (Ahn Jung, m.66); Park Chu y Kim Jae (Kim Nam, m.46).

Gol 1-0 ,min. 87: Navas.

Árbitro Robert Schorgenhofer (AUS). No mostró ninguna cartulina.

Estadio estadio Tívoli de Innsbruck ante la presencia de 17.000 espectadores.

INNSBRUCK . La principal favorita de crítica y público para hacerse con el título en el Mundial que arranca en una semana en Sudáfrica debe apurar la puesta a punto para cumplir con las expectativas. La selección española de Vicente del Bosque continúa en fase de rodaje. Todavía chirrían algunas de sus piezas. Ayer, en el segundo y penúltimo amistoso antes de la gran cita, volvió a salvar los papeles gracias a una genialidad, un chispazo de descaro de Jesús Navas, que enganchó un zapatazo letal desde fuera del área y varió el resultado de un partido gris y monótono que volvió a sembrar algunas dudas sobre la tremenda calidad de España que venden algunos.

Bien es cierto que Vicente del Bosque echó mano de los menos habituales -Valdés debutó, irónicamente, con dudas en el juego aéreo- para encarar este choque. Se dedicó el salmantino a poner a prueba el plan alternativo, con una alineación plagada de teóricos suplentes que halló muchos problemas para crear peligro al correoso equipo coreano. De nuevo con sólo un delantero, Llorente, el overbooking de centrocampistas provocó más atasco que respuestas útiles en la vanguardia.

Llorente y Sergio Ramos, ambos en balones aéreos, dispusieron de algún remate en el área asiática. Pero ninguno demasiado claro. Sólo Cesc, con un chut envenenado que se estrelló contra el larguero, pudo cambiar el resultado en el primer periodo. Muy poco para un equipo que se supone el gran favorito del Mundial.

La cosa mutó cuando Del Bosque comenzó a mover el banquillo. Los Xavis tomaron el mando y, aun sin demasiado peligro, España comenzó a asediar al rival. Ya con Villa en el césped, los balones fueron acercándose cada vez más a la portería rival. El guaje, muy móvil, se aprovechaba de las entradas por banda de Jesús Navas y Pedro, éste por la izquierda. Del Bosque insistió en jugar con extremos, y la apuesta resultó. La velocidad de los menudos exteriores fue lo que acabó salvando el resultado.

Fue precisamente en una jugada en la que participaron ambos cuando llegó el único tanto del partido. Xavi Hernández maduró al rival y puso un balón a la derecha, desde donde llegó un centro que Villa sólo pudo estrellar contra el portero. El rechace, bien peleado por Albiol, acabó en los pies de Navas, descarado, insolente, que mandó un zapatazo a la escuadra coreana.