La selección de Brasil abrió las puertas de la sesión de entrenamiento que llevó a cabo en el estadio Dobsonville, en Soweto, al que asistieron miles de aficionados ansiosos por ver de cerca a Kaká, Robinho y compañía. Fue la única sesión de puertas abiertas programada por Brasil, muy celosa de su intimidad y firmemente decidida a mantenerse al resguardo del cariño de los aficionados.