Pamplona. Juanito Oiarzabal confirmó hoy la muerte en el Annapurna del alpinista mallorquín Tolo Calafat, según declaró en entrevista a Onda VascaOnda Vasca. El himalayista alavés lamenta que podría haberse hecho más y ha echado en falta más solidaridad por parte de la expedición de la coreana Oh. Comenta que el helicóptero de rescate no ha sido capaz de encontrar al mallorquín y que el cuerpo de Calafat permanecerá para siempre entre las nieves del Annapurna, a 7.700 metros de altura. El suceso nos trae al recuerdo la muerte del pamplonés Iñaki Ochoa de Olza, fallecido hace dos años en la misma montaña.
Desde el campo 4 se mandó a un sherpa hacia arriba en su busca, con oxigeno, agua, saco, medicinas, que ascendió durante once horas, sin encontrarlo, informa el equipo que asiste a Pauner desde Zaragoza. Ayer por la tarde-noche nevó mucho en la parta alta del Annapurna y el tiempo era horrible, continúa el comunicado. "Esta mañana, un helicóptero con un equipo suizo experto en rescate ha podido sobrevolar, con el médico Jorge Egocheaga, la zona donde estaba Tolo, pegados a la montaña, y no han visto absolutamente nada. Después de mucho rato intentándolo, han bajado al campo 4 y han sacado a Juanito, Carlos y Horia, con cuerdas atados al helicóptero, y los han trasladado así hasta el campo base", concluye.
El mallorquín Calafat no pudo descender de la cima del Annapurna tras la expedición integrada el martes por Pauner, Calafat y Juanito Oiarzabal. El helicóptero encargado de su rescate, del ejército de Nepal, no encontró acceso a la zona por culpa del viento y las dificultades metereológicas.
Oiarzabal dio la noticia terriblemente afectado del fallecimiento de su compañero, después de que Calafat dejara de responder a las comunicaciones que mantenían con él a través de un teléfono vía satélite, un walki-talkie y una radio. Expresó los "duros momentos" que han sufrido los miembros de la expedición, destacando las congelaciones que ha sufrido él y los problemas de visión del montañero Carlos Pauner.
Explicó que esta mañana un helicóptero ha rastreado la zona y que ayer intentaron trasladar un sherpa al mediodía con medicación, oxígeno y una tienda de campaña en auxilio de Tolo. "La situación ha sido totalmente insostenible", apuntó. Destacó que han estado en contacto permanente con el montañero hasta que a primera hora de la mañana no respondía a las llamadas, como ya han comunicado a su familia.
Según explica el montañero estadounidense Nick Rice desde el campo base del Annapurna, en torno a las 6 de la mañana (hora local nepalí) un helicóptero B3 especializado en rescates de altura ha tomado tierra en el campo base para recoger al español Jorge Egocheaga e intentar acercarse lo más posible hasta el lugar donde Tolo ha pasado su segunda noche al raso. Según explican desde el campo base, al sobrevolar la zona Egocheaga, que además de aspinista es médico, ha visto el cuerpo de Calafat casi completamente cubierto por nieve. Además,el propio Oiarzábal asegura a RNE que desde anoche no responde a ninguna llamada al móvil, lo que hace concluir a todos que ha muerto, tal y como se temía anoche.
Los tres montañeros que quedaban en el campo 4 para intentar ayudar en el rescate y descenso de Calafat, Oiarzabal, Carlos Pauner y el rumano Horia Calibasanu, descendieron a a pie unos 500 metros, desde donde les recogió el helicóptero para bajarles al campo base, donde sobre todo los españoles puedan ser tratados de las congelaciones y los problemas de visión que sufren.
La muerte de Tolo nos trae al recuerdo la del montañero pamplonés Iñaki Ochoa de Olza hace dos años, que falleció tras permanecer cuatro días atrapado en su tienda también en la ladera del Annapurna. En aquella ocasión, fue también Horia quien se negó a abandonar a Iñaki y le acompañó hasta que murió.
Un terrible golpe para la familia
La mujer de Tolo Calafat, que tenía dos hijos de 18 meses y 8 años, ha sido informada a las siete de esta mañana en su domicilio de Mallorca de que se da por muerto a su marido, a pesar de las esperanzas que tenía de que durante la jornada de hoy fuera posible un rescate.
"Estábamos esperanzados y ahora la noticia nos ha dejado helados", ha explicado desde la casa familiar Pere Joan March, quien durante toda la noche ha permanecido junto a la mujer de Tolo Calafat para seguir las novedades sobre el rescate del montañero.
Según el amigo del montañero fallecido, el helicóptero y el sherpa que habían acudido en ayuda de Tolo han estado durante horas buscándole por la zona en la que se encontraba, pero al no dar con él por ninguna parte han decidido suspender las labores de búsqueda, lo que supone dar por muerto al alpinista.
"Teníamos la esperanza de que con buen tiempo el helicóptero pudiera hacer una maniobra para sacar a Tolo de allí, pero esta mañana nos han dado la mala noticia y todavía no la hemos encajado", ha dicho a Efe Pere Joan March una hora después de conocer la suspensión del rescate.
Ayer, Calafat se mostró tranquilo y "con aplomo" en la conversación con su esposa, pero tenía "muy poca voz" después de haber pasado una noche a la intemperie y verse abocado a pasar una más sin tienda ni saco de dormir.
El alpinista mallorquín, al que las fuerzas abandonaron cuando descendía desde la cumbre hacia el campo 4 junto al aragonés Carlos Pauner y el vasco Juanito Oiarzabal, se separó del grupo con un sherpa a unos 7.500 metros de altitud para intentar recuperarse a la espera de un posible rescate.
El porteador descendió hasta el campo 4 ayer por la mañana y otro sherpa inició entonces la escalada hasta la posición de Calafat con un saco, corticoides, agua y algo de comida, pero la noche cayó sobre la montaña antes de que pudiera encontrarlo.