La plantilla del Liverpool subió esta mañana a un nuevo tren en dirección a Burdeos para continuar su viaje hasta Madrid y llegar a tiempo para disputar mañana el partido de ida de las semifinales de la Liga Europa en el Vicente Calderón.
Según informaron a Efe fuentes del club inglés, los "Reds" esperan llegar hoy sobre las 22.30 hora continental (20.30 gmt) a Burdeos, después de pasar la primera noche de su viaje de casi 2.000 kilómetros en París.
"Todavía no sabemos si podrán tomar un avión desde Burdeos", aseguraron desde la entidad, que sigue con atención la situación del tráfico aéreo en Europa después de las restricciones a las que se ha visto afectado en los últimos seis días debido a la nube de cenizas generadas por el volcán islandés.
En el caso de que tomaran un avión, el equipo inglés llegaría sobre el mediodía del jueves a Madrid, donde se enfrentarán esa misma noche contra el Atlético de Madrid.
Sobre la alternativa del equipo si finalmente no se les permite tomar ese avión desde Burdeos esta misma noche, las mismas fuentes dijeron que decidirán si completan su trayectoria en tren o en autobús.
En cuanto al estado de los jugadores para cuando lleguen a Madrid, su entrenador Rafa Benítez, confirmó ayer que "estarán un poco cansados, pero estarán bien".
"Su reacción ha sido realmente buena", dijo el técnico español, tras reconocer que su viaje está siendo "realmente extraño, pero no está tan mal. Estamos todos juntos en esto".
Benítez se mostró así más positivo que momentos antes de partir de Liverpool a las 12.30 hora local (11.30 GMT) de ayer, cuando criticó la decisión de la UEFA por no posponer los partidos de semifinales de la Liga Europa a causa del caos en el tráfico aéreo.
Por su parte, el Fulham, décimo en la clasificación general de la Premier, deberá estar mañana en Hamburgo para disputar contra el conjunto local la primera semifinal europea de su historia.
Según la agencia británica Press Associated, el club inglés tenía hasta esperanzas en poder fletar un vuelo privado el jueves por la mañana y llegar así a tiempo
No obstante, el equipo se vio finalmente obligado a emprender un viaje de 965 kilómetros en un lujoso autobús que atravesó el tunel del Canal de la Mancha desde la ciudad costera británica de Folkestone hasta Calais, en Francia, y continuar desde allí su travesía hasta la ciudad alemana.